Más de 2.000 mujeres mueren cada año en Argentina por cáncer de cuello de útero, causado por el virus del papiloma humano (VPH), para el que existe una vacuna dentro del calendario nacional, se puede prevenir con el uso de preservativo y es posible curar si se detecta en forma temprana, por lo que son decesos que podrían evitarse, señaló un especialista.
«El VPH es un virus muy frecuente que puede causar dos tipos de patologías: las verrugas genitales, que son causadas por los VPH de bajo riesgo, y el cáncer de cuello de útero que son causados por los VPH de alto riesgo (los más conocidos son los 16 y 18)», indicó Silvio Tatti, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital de Clínicas, con motivo del Día Internacional de la Concientización sobre el VPH.
Y continuó: «Este cáncer es la patología más grave que causa el VHP, y no lo hace inmediatamente sino que se desarrolla a través de muchos años, habitualmente diez y veinte años y es una enfermedad de transmisión sexual igual que las verrugas genitales».
El médico ginecólogo explicó que el virus puede detectarse a partir de varios métodos: «Uno es a través de la realización del papanicolau. Pero actualmente hay test de VHP que se utilizan en el programa nacional, como es el de captura híbrida, o la PCR como test de genotipificación (esto significa saber qué número o tipo tiene la paciente)».
Tatti indicó que en Argentina el 12% de las mujeres en áreas urbanas tienen el virus en el momento en el que se hace la prueba y que la cifra asciende al 17 % en áreas periféricas.
«Es importante saber que el 80% de los hombres y mujeres en Argentina van a tener el virus en algún momento de su vida. Lo importante es que casi el 85% se va a curar espontáneamente pero en un 15% la infección queda persistente y puede interactuar con las células del cuello del útero o de la vagina o vulva generando cáncer de vagina, de cuello uterino y vulva», explicó.
Según los datos del Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cervicouterino del Ministerio de Salud, este tipo es el tercer cáncer más diagnosticado entre las mujeres, y «a pesar de que podría prevenirse casi por completo, continúa siendo un problema significativo de salud pública en Argentina».
Se estima que cada año se diagnostican en el país alrededor de 4.500 casos nuevos y 2.000 mujeres mueren a causa de esta enfermedad
«El VPH se puede prevenir. Una manera es el uso de preservativo, que no previene completamente la infección, sino que lo hace en un 60% de los casos. ¿Por qué no la previene en su totalidad? Porque es un virus que afecta toda la mucosa del tracto genital, la vulva, la vagina y el cuello del útero y por lo tanto el preservativo no puede evitar el contacto con el área genital masculina», describió.
Además, Tatti recordó que «el VPH se puede prevenir de una forma primaria y es a través de la vacunación».
Y explicó: «Desde el año 2011 para las mujeres y desde el año 2017 para los hombres, hay obligatoriedad (está en el calendario nacional) de vacunar a las niñas y los niños de 11 años con la vacuna de VPH en dos dosis separadas por seis meses».
Y detalló que «la vacuna se llama tetravalente porque tiene cuatro subtipos de VHP 6 y 11, responsables del 90% de las verrugas genitales y 16 y 18 responsables del 72% (según estudios del Hospital de Clínicas) de la causa del cáncer de cuello de útero en la Argentina»
Sobre el impacto de la pandemia en esta patología, el especialista señaló que «en 2020 se ha disminuido la cobertura vacunal, por eso queremos aprovechar esta fecha para convocar a la población no sólo a darse la vacuna de VHP sino de todas las vacunas para prevenir difteria, tétanos, varicela, sarampión, etc.».
Por otra parte, también se puede prevenir con el papanicolau a partir de los 25 años y haciéndose por lo menos un test de VPH entre los 35 y 45 años; desde el Clínicas la recomendación en hacer cada año una consulta ginecológica.
«Además de los estudios que se indica, la consulta debería incluir una colposcopia, que es la visualización del tracto genital inferior: vulva, vagina y cuello con un lente de aumento que es un magnificador de tejidos que le permite ver al médico si hay lesiones pre cancerosas», indicó.
E informó que «las lesiones premalignas se curan con un adecuado tratamiento en el 100% de los casos» mientras que luego «el tratamiento dependerá del estadio en que se detecte y también su eficacia».
«El cáncer de cuello de útero mata al 50% de las pacientes diagnosticadas, porque la mitad se detectan en estadios muy avanzados y esto simplemente es por no consultar al ginecólogo, que lo podría haber detectado diez años antes en su etapa incipiente, por eso la importancia de la consulta oportuna», concluyó