Por Cecilia Taburet

“El ritmo singular: cuando el calendario no coincide con el ciclo”


Por Cecilia Taburet

A medida que el año natural se acerca a su cierre, la presión social por la «clausura» y el «balance» se intensifica. Sin embargo, desde la perspectiva psicológica, es fundamental reconocer que el calendario subjetivo rara vez coincide con el calendario gregoriano. Cerrar un ciclo —ya sea laboral, personal, o emocional— requiere de un proceso singular y no es una acción que se active automáticamente con el 31 de diciembre. Los procesos de duelo, maduración o integración de aprendizajes tienen su propia temporalidad; forzar un «cierre» prematuro solo genera ansiedad y la ilusión de una tarea pendiente.

La Sociedad del Cansancio: A Contrapelo de la Hiperproductividad

Vivimos inmersos en lo que Byung-Chul Han denomina la «Sociedad del Cansancio», donde el imperativo ya no es «deber» sino «poder». La autoexigencia de la hiperproductividad nos ha convertido en nuestros propios verdugos, generando un agotamiento psíquico que se disfraza de auto-realización.

Fin de año suele ser el momento cúlmine de esta lógica, traducido en listas interminables de check-lists: los objetivos no cumplidos, los cursos no terminados, etc. Ir a contrapelo de los check-lists no es una invitación a la inacción, sino a darle lugar a un cambio gradual y significativo. Este cambio se centra en “el ser” y no en “el tener”; es decir, en mejorar la calidad de nuestra presencia, nuestra conciencia y nuestra conexión interna, antes que en acumular logros o bienes.

El Malestar de la Insatisfacción Sostenida:

El exceso de estímulos y exigencias que se transitan en la vida moderna —sean laborales, sociales o autoimpuestas— tienen una consecuencia directa en nuestro bienestar: en muchas ocasiones, generan un malestar y una especie de insatisfacción sostenida en el tiempo.Estamos constantemente persiguiendo el próximo logro que valide nuestro esfuerzo, pero esa validación es efímera, condenándonos a una búsqueda incesante.

Es necesario identificar y detener esta espiral. Antes de proyectar la acción, es necesario aprender a descansar.

Descansar no es solo dormir; es desconectar del imperativo de la utilidad. Es una práctica activa de la quietud que permite al sistema nervioso autorregularse y liberar la carga acumulada. Solo desde un espacio de verdadero descanso puede emerger la claridad.

Reflexión Interna y el Desafío del anhelo realista:

Una vez que hemos honrado el descanso, podemos pasar a la etapa de la reflexión y el diálogo interno. Este diálogo debe ser sincero y no necesariamente punitivo. El desafío para el año entrante no debe ser una lista de mandatos externos (lo que «debo tener» o «debo lograr»), sino darle lugar a nuevos proyectos que sean más realistas y posibles.

Es crucial salirse del círculo vicioso de tener y tener, pues esta dinámica, en ocasiones, deja de lado el deseo genuino. Los proyectos realistas son aquellos que se alinean con nuestro ser, con aquello que nos nutre y nos da sentido, y no solo con aquello que la sociedad o el otro espera.

Al priorizar el ritmo singular, el descanso consciente y el deseo auténtico, podemos acercarnos al final de cualquier ciclo con gratitud por lo transitado (registro de lo alcanzado) y con la energía renovada para construir un proceso que sea más genuino.

¿Te animas a llevar a cabo pequeños cambios?

Lic.Cecilia Taburet -MP: 5760

Fuente foto iwaymagazine.com