Fuerte respaldo

El principal apoyo de Nicolas Sarkozy tras su condena: Carla Bruni


El ex presidente de la república francesa Nicolas Sarkozy ha sido condenado a tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias, en lo que es un duro revés en su carrera. A su lado Carla Bruni, su esposa desde hace 13 años, quien no le suelta la mano.

“Qué insana implacabilidad, mi amor… la lucha continúa, la verdad saldrá a la luz #injusticia”, escribió la cantante y modelo de 53 años apenas había trascendido la noticia de la condena. Sobre estas palabras, una romántica foto de la pareja, cuya historia de amor bien podría ser el guion de una película de Hollywood.

Bruni, que ha acompañado a su marido en todas las jornadas del juicio, regresó a su música, su otra pasión, el pasado mes de octubre, cuando publicó su último disco después de siete años. Son canciones originales compuestas por ella misma, en las que habla del amor y de cómo sigue viva la llama de la pasión junto a su marido después de 13 años casados.

 

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Para promocionar este último trabajo, la artista daba una entrevista a la revista francesa Paris Match en la que repasaba cómo habían sido estos años al lado de Sarkozy, de 66 años. “Soy libre estando casada y dentro de este gran amor. Pensaba que el matrimonio era una prisión. Sin embargo, te da alas”, explicaba la artista, quien aseguraba que los dos siguen tan enamorados como el primer día: “La gente cree que lo único que me atraía de él era su posición. Lo que me atraía de él era él”.

Carla y Nicolas se conocieron en una cena de amigos que el anfitrión había organizado a modo de cita a ciegas. Era noviembre del 2007. El reciente presidente de la república francesa acababa de divorciarse, y se daba una situación insólita: un hombre soltero en el Elíseo, que su mujer había abandonado por otro hombre y poco contento con la situación. En esa cena conocería a la exmodelo y cantante Carla Bruni. Lo que ocurrió durante aquella velada sería descrito por los presentes como un auténtico flechazo. La propia Carla lo recordaba así: “Fue inmediato. No esperaba que él fuese tan divertido y vital. Su aspecto, su encanto y su inteligencia me sedujeron”.

Según los biógrafos de Sarkozy, es un hombre “al que no le gusta estar solo”. Para su suerte no lo estuvo mucho tiempo, pues apenas un mes después del anuncio del divorcio, se topó con Carlita, como él la llama en la intimidad. Ella era famosa. Había sido una reconocida modelo que se había pasado a la música. Además de guapa, era rica y culta. Pertenecía a una selecta familia de Turín vinculada a los Agnelli. Carla todavía era una niña cuando sus padres se mudaron a París junto a sus hermanos, Virginio y Valeria. Fue de mayor cuando se enteró que no era hija biológica de su padre. Sus padres, que llevaban juntos toda la vida, habían tenido un matrimonio abierto y durante varios años su madre, Marisa, mantuvo un romance con un joven músico 13 años menor que ella, Maurizio Remmert, de quien se quedó embarazada.

De joven ya empezó a despuntar por su belleza y altura y se convirtió en una de las más famosas modelos de su época. A los 29 años dejó las pasarelas. Con fama de culta e intelectual probó suerte en su verdadera pasión, la música. En 1999 sacó su primer álbum como compositora y cantante, pero el auténtico bombazo llegó en el 2002 con Quelqu’un m’a dit . El disco vendió más de dos millones de copias.

La felicidad de la atípica pareja se completó con el nacimiento de su única hija en común, Giulia, en el 2011. Bruni y Sarkozy cumplieron el pasado mes de febrero trece años de matrimonio. Además, la cantante tiene un hijo, Aurélien Enthoven, fruto de su matrimonio con Raphaël Enthoven; mientras que Nicolás tiene tres, Pierre, Jean y Louis, nacidos de sus dos matrimonios anteriores.