El papa Francisco criticó hoy que los inmigrantes «sean vistos como una amenaza por algunos gobernantes» y convocó a «trabajar juntos la hospitalidad» hacia quienes «huyen de la violencia, la guerra y la pobreza».
«En todo el mundo, hombres y mujeres inmigrantes afrontan viajes riesgosos para huir de la violencia, la guerra y la pobreza», planteó el pontífice durante la audiencia general de este miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano.
«Como Pablo y sus compañeros experimentan la indiferencia, la hostilidad del desierto, de los ríos, de los mares. Tantas veces no los dejan desembarcar en los puertos. Pero lamentablemente, a veces encuentran también la hostilidad peor de los hombres», lamentó el Papa tras recordar un pasaje del Evangelio.
Los migrantes, según Francisco, «son explotados por criminales traficantes, son tratados como números y como una amenaza por algunos gobernantes».
«A veces la inhospitalidad los rechaza nuevamente hacia la pobreza o los peligros de los que huyeron», agregó.
«Debemos trabajar juntos por la hospitalidad, en particular hacia ellos para los que la ida es más vulnerable», convocó el Papa finalmente a los fieles que se reunieron en el espacio techado donde se desarrolla el tradicional encuentro semanal durante las semanas frías del invierno europeo.