Por aprendizaje funcional entendemos el desarrollo de capacidades para adquirir habilidades esenciales que son necesarias para poder participar de manera activa en las actividades cotidianas.
Es decir, el modo de adquirir unas competencias básicas que permitan al alumno o alumna desarrollar un saber estar y saber hacer en situaciones diversas de sus vidas.
Su concepto, se entiende como aprendizaje a todo proceso de adquisición de conocimientos, habilidades, valores y actitudes a través del estudio, la enseñanza o la experiencia.
Para evitar que la enseñanza se convierta en una simple y mera repetición de conceptos con un enfoque esencialmente de memorización, y con escaso interés y motivación para el alumnado, es importante que el aprendizaje tenga un fuerte componente funcional.
Se entiende que un aprendizaje es funcional cuando la persona que lo ha realizado puede utilizarlo en una situación concreta para resolver un problema determinado. Dicha utilización se hace extensiva a la posibilidad de usar lo aprendido para abordar nuevas situaciones, es decir, efectuar nuevos aprendizajes. Bajo esta perspectiva, la posibilidad de aprender se encuentra en relación directa a la cantidad y calidad de los aprendizajes previos realizados y en las relaciones que se establecen entre ellos.
La educación cumple un rol fundamental en la vida de cada individuo, debido a que provee a las personas de diversas herramientas que les permiten desenvolverse de mejor manera en la vida diaria. Todo lo expuesto posee el fin de que sepamos y podamos resolver las problemáticas que se nos presentan de mejor manera en la sociedad y, a la vez adquirir o fortalecer los conocimientos, para mejorar el proceso de aprendizaje como también lograr jerarquizar los problemas dando curso a su posible solución.
Por: Marisa Plano.
Lic. en Ciencias de la Educación