Ducharse: ¿cómo y con qué frecuencia. Las distintas corrientes


Un reciente estudio publicado por la Universidad de San Diego afirma que ducharse con demasiada frecuencia puede dañar la dermis, haciéndola más delgada y más susceptible a las infecciones, por lo que las personas no deberíamos ducharnos todos los días. En cambio, el estudio recomienda ducharse en días alternos.

Aunque no existen reglas unánimes que determinen la frecuencia con la que deberíamos ducharnos, es importante tener en cuenta que se deben evitar los casos extremos. Ducharse demasiado es tan poco saludable como hacerlo con muy poca frecuencia. En cambio, se debe optar por un término medio saludable. Este se considera aproximadamente de tres a cuatro veces por semana para la mayoría. Pero, cómo vamos a ver, todavía suscita controversias y distintos parámetros pueden influenciar esta frecuencia.

Algunas publicaciones y estudios científicos de Estados Unidos lideraron la moda de bañar a los bebés un día a la semana. Esto tuvo beneficios que no tenían que ver con la higiene; redujo el consumo de agua en todo el territorio norteamericano y no empeoró la salud de los niños.

También en Norteamérica, mucha gente del mundo de Hollywood se muestra en contra de ducharse todos los días. Esta tendencia comenzó con la pareja formada por Ashton Kutcher y Mila Kunis. Aunque, ambos actores mantienen un mínimo nivel de higiene: Kutcher ha declarado que solo usa jabón para limpiar su cuerpo una vez a la semana y que solo bañan a sus hijos si les ven suciedad en la piel, ya que no ven sentido a hacerlo más allá de esto

El actor Jake Gyllenhaal también ha sido particularmente elocuente sobre su falta de duchas diarias. Este declaró que se lava las axilas y la entrepierna todos los días, pero no pasa por debajo del agua. La actriz Kristen Bell explicó en una entrevista, que solo se baña cuando su cuerpo se lo pide de forma natural; es decir, gracias al olor. Ella asegura que es la forma de saber si tiene alguna bacteria en el cuerpo que debe eliminar.

Muchas personas utilizan los términos relajación o tonificación cuando se refieren a duchas o baños. A menudo, la ducha se utiliza no solo como método de limpieza, sino para relajar los músculos tensos o despertarse antes de salir por la noche después de un largo día de trabajo. Y es una de las principales razones por las que las personas toman más de una ducha diaria.

Como vemos, existen dos bandos cuando se trata de la frecuencia de las duchas. El primer extremo está formado por las personas que afirman que la gente no debe ducharse más de una vez por semana. El otro extremo ama la ducha y cree que se puede lograr la máxima relajación y energía utilizando los productos adecuados.

Se desaconseja la ducha excesiva debido a algo más que el desperdicio de energía. También existen problemas de salud cuando se ducha con demasiada frecuencia, como la irritación de la piel y la acumulación de moho en ambientes húmedos. Los expertos recomiendan ducharse regularmente; sin embargo, no hay nada que nos obligue a hacerlo a diario. En cambio, se sugiere un lavado parcial, que consiste en lavarse los pies, la ingle y las axilas.

Nuestra piel libera una serie de aceites y sudor que ayudan a nuestra piel a mantenerse sana, por eso lo ideal es encontrar un equilibrio entre la higiene y la aparición de estas sustancias. Una sobrehigiene podría provocar el agrietamiento de su capa externa o una piel seca, entre otras cosas.

El microbioma de la piel es una capa delgada de bacterias beneficiosas que ayuda a que la dermis se mantenga saludable. El desgaste de esta capa puede tener consecuencias no deseadas, pero no hay que olvidar que la ducha ayuda a combatir la suciedad -que dificulta que la piel se cure de forma natural y puede ser responsable de ciertas infecciones-.

La piel puede deteriorarse o alterarse por los baños frecuentes y el uso inadecuado de jabones. Los expertos informan que nuestra piel solo es capaz de aguantar una ducha al día para mantener sus propiedades protectoras. Superar este límite puede provocar enfermedades de la piel como dermatitis atópica o pitiriasis. También puede hacer que la piel desarrolle alergias. Además, es crucial mantener constante el nivel de pH, ya que alterarlo puede causar diversos problemas a largo plazo.

Limpiar la suciedad con agua es suficiente para mantenernos saludables. Si usamos más de un producto a la hora de ducharnos, corremos el riesgo de eliminar algunos de los microorganismos saludables de nuestro cuerpo. Esto dejará espacio para que crezcan bacterias y hongos dañinos. Por lo tanto, es mejor tomar una ducha grande con todos los productos que necesita en lugar de varias duchas más pequeñas

Como hemos dicho, la cantidad adecuada de limpieza está en el término medio. Como sugiere una experta en enfermedades infecciosas, la mayoría de las personas se limpian por razones estéticas. La gente cree que ducharnos con frecuencia nos hace más limpios, pero esto no es cierto; la forma más efectiva de prevenir bacterias y enfermedades es lavarse las manos con frecuencia.

 

Por lo que si seguimos las conclusiones de los últimos estudios, estos afirman que lo ideal es ducharse entre dos y tres veces por semana, aunque esto depende de cada caso. No hay que olvidar, que lo mejor es no hacerlo en exceso y estar atento a las señales como el olor que nos indican si hay bacterias. En el caso de que haya suciedad hay que eliminarla siempre.

La Organización Mundial de la Salud establece que no debemos pasar más de cinco minutos en la ducha. Esto se debe a que un consumo excesivo puede sobrecargar los recursos hídricos y energéticos. Sobre la forma de ducharse, los expertos desaconsejan enjabonarse todo el cuerpo con agua y productos de limpieza. Esto puede resecar y debilitar tu piel, dejándote vulnerable a las infecciones. En cambio, recomiendan aplicar jabón solo en ciertas áreas: las axilas, las nalgas y la ingle. Estas son las áreas que producen más secreciones y, por lo tanto, necesitan más atención de limpieza.

Fuente AZSalud