Por María Alexandra Barreto
Cada 30 de marzo, se conmemora el Día Mundial del Trastorno Bipolar, en memoria de Vincent Van Gogh quien padecía esta condición. El Trastorno Afectivo Bipolar (TAB) es un trastorno del estado de ánimo cíclico y crónico, que combina dos tipos de cuadros: la depresión y la hipomanía. Quienes la padecen pueden ir de la excitación y euforia hasta la depresión severa. Su principal causa es un desbalance químico del cerebro, pero también pueden desencadenarla algunos factores emocionales.
La Fundación Bipolares de Argentina (FUBIPA) es una organización civil de ayuda mutua que se creó en 1989 en Buenos Aires. Desde entonces, ofrece de forma gratuita grupos de ayuda mutua para personas con TAB, familiares y amigues. Dictan talleres de psicoeducación y programas de reinserción social y laboral en conjunto con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Nota al Pie conversó con la neuropsiquiatra Dorotea Agote del Hospital Argerich de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, creadora del sitio DeepMinds que atiende a pacientes con TAB y depresión, para que nos explicara sobre este trastorno.
El Trastorno Afectivo Bipolar se caracteriza por la manía y la hipomanía. ¿Existe alguna diferencia entre estas?
Hipomanía y manía es lo mismo. Es un cuadro en el que aumenta la actividad motora y cognitiva. El paciente pasa de la alegría y euforia, a la irritabilidad e impulsividad; y no puede dejar de hacer actividades.
La hipomanía es un cuadro más acotado donde el paciente funciona durmiendo menos y haciendo más actividades; pero es más funcional. En cambio, en la manía es el mismo cuadro, pero más grave. El paciente puede presentar conductas de riesgo que van desde la hipersexualidad hasta manejar un auto a 200 kilómetros por hora, no parar de hablar y tener alucinaciones.
¿Cuál es la diferencia entre depresión y bipolaridad?
Existe la depresión unipolar y la bipolar. Tienen características distintivas, pero a su vez la depresión bipolar viene acompañada con otros tipos de cuadros, como las manías y las hipomanías.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
Se debe consultar con un psiquiatra y psicólogo. El diagnóstico se realiza a través de una historia clínica. No existen análisis complementarios o diagnósticos por imágenes que nos digan si tiene o no tiene trastorno bipolar. Se evalúan antecedentes familiares; personales; si consume otras sustancias y enfermedades acompañantes.
¿Cuáles son las estadísticas en cuanto al número de pacientes bipolares?
Mundialmente, el trastorno bipolar afecta entre el 2% al 5% de la población. Mayormente, se da a los 20 años. Pero eso no significa que no afecte a niños y adultos mayores. Principalmente se da en mujeres más que en varones.
¿El Trastorno Afectivo Bipolar es hereditario?
Tiene un componente, la genética no determina por sí sola; pero también puede originarse por un factor estresante. Algo traumático, como una muerte, un duelo o un evento similar.
¿Cuál es el tratamiento adecuado?
Son los personalizados que conllevan uso farmacológico. Las estrellas son los “estabilizadores de ánimo”, que evitan recaídas depresivas. Sin eso, no se puede empezar.
Luego, la psicoterapia. Las que tienen comprobación científica de utilidad son: la cognitivo conductual; la dialéctico comportamental y la resolución de problemas.
¿El Trastorno Afectivo Bipolar se cura?
Se debe tratar durante toda la vida y el médico siempre debe tratar que el paciente tenga calidad de vida. Si voy a tener a una persona sedada todo el día, no es un buen procedimiento. Hay que lograr que esté bien en su trabajo, con sus actividades, que haga deporte. A la persona con bipolaridad hay que escucharla, contenerla.
En este día, mi mensaje es que no deben bajar los brazos. La vida es mejor acompañada por un buen equipo, y con el soporte de familiares y afectos.
Fuente Nota al Pié
Foto portada: Crédito: Marcelo Javier Moreno.