Opinión de Marisa Plano

Desigualdad educativa


La educación es un factor importante, es por eso que afirmamos a viva voz que la escuela es la herramienta fundamental para transformar la sociedad.

Es necesario tener en cuenta que una educación de calidad brinda a los seres humanos poder desarrollarse y alcanzar un nivel de vida digno , es por ello que toda persona que tiene acceso a la educación tiene mayor probabilidad de elevar su modo de vida en muchos aspectos.
 Por todo lo mencionado es de trascendental importancia que el acceso a la educación sea equitativo, ya que permitirá lograr metas en  cada país tanto en lo social, económico y más aún en lo personal.

Toda persona debe tener el abanico de oportunidades otorgado por la institución en la que concurre para no dejar a nadie en el camino, formar al niño y niña como buenos ciudadanos y ciudadanas capaces de convivir en sociedades marcadas por la diversidad, capacitándolos para incorporar las diferencias de manera que contribuyan a la integración y solidaridad, así como para enfrentar la fragmentación y segmentación que amenazan a muchas sociedades en la actualidad ,llevándolos al núcleo de las desigualdades.

Distribuir equitativamente los contenidos, enfoques y metodologías es tarea indispensable para que el índice de la pobreza intelectual disminuya impartiendo a cada persona su saber con los ritmos y tiempos adecuados a cada uno de ellos.
La adquisición de competencias básicas de apropiación de conocimientos elementales y comunes , siempre serán imprescindibles para toda la población, sin dejar a nadie de lado por sus condiciones y características particulares.
En base a la prédica del ejemplo, garantizar la igualdad de oportunidades y posibilidades en la permanencia al sistema educativo es cumplir con la función esencial de la educación en el desarrollo continuo de la persona y las sociedades ,en definitiva trabajemos para lograr un servicio de desarrollo humano más armonioso que nos conduzca  a retroceder la pobreza, la exclusión, las incomprensiones y las opresiones.
Por Marisa Plano
Lic. en Ciencias de la Educación