Desde pequeña siempre supe que quería contar historias”, dice Tais Soifer, la joven directora que está marcando un antes y un después en el teatro musical argentino. Tais nació con parálisis cerebral, una condición que le hace hablar, moverse y desplazarse diferente. Sin embargo, desde pequeña encontró en el arte una forma de expresarse, de imaginar otros mundos y construir su propia voz. Hoy, con solo 22 años, dirige su primera obra de teatro musical profesional: “Caras de una misma moneda”, un musical que pone en primer plano los vínculos familiares, los enfrentamientos ideológicos y la pregunta incómoda pero urgente sobre qué tan influenciados estamos por nuestra historia.
Tais es estudiante avanzada de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires, actriz y creadora de “La única manera”, el musical que la tuvo como protagonista y autora. Pero fue en el Laboratorio de Escritura de Teatro Musical de la DGEART —con la guía de Fernando Albinarrate, Bárbara Ostrovsky y Gonzalo Castagnino— donde nació esta nueva obra, profunda, provocadora y extremadamente actual.
“Caras de una misma moneda” se estrenó el 4 de mayo en NÜN Teatro Bar y se presenta todos los domingos a las 18 hs. Con actuaciones de Federico Accorinti y Sofía Mallol, música original de Accorinti, coreografía de Mallol y asistencia de dirección de Santiago Uñates.
Elenco de la obra
¿Podemos amar a alguien que piensa radicalmente distinto a nosotros? La trama gira en torno a Lisandro y Máxima, dos hermanos que se reencuentran después de años de distanciamiento. Uno caótico, impulsivo y cuestionador; la otra estructurada, pragmática y tradicional. En ese cruce inevitable, la obra plantea preguntas que interpelan de frente: ¿Somos verdaderamente libres para pensar o es nuestro contexto el que moldea nuestras ideas? ¿Qué pesa más: nuestras convicciones o el amor que nos une a los demás?
Con canciones originales y una dirección cargada de humanidad, Tais Soifer no solo dirige una obra: está rompiendo moldes.
Esta no es una historia de superación. Es una historia de creación. De libertad. De una joven artista que eligió no esperar a que el mundo la invite a participar, sino construir directamente el escenario desde donde decir lo suyo. Y lo está haciendo con sensibilidad, con talento y con una voz que —desde ya— merece ser escuchada.
Fuente fotos: Noticias de Bariloche