El humo provocado por los incendios en el Delta del Paraná no sólo genera un daño ambiental sino que además puede afectar a la salud visual de la población, por lo cual especialistas recomiendan suspender el uso de lentes de contacto ante la presencia del mismo.
Según se informó, el humo generado por la combustión contiene partículas nocivas «muy pequeñas en suspensión», las cuales irritan los ojos, mientras que además afectan al sistema respiratorio.
El doctor Sebastián Battaglia explicó que «el primer efecto que puede generar el humo es que los ojos pierdan la fina capa protectora que los humedece y mantiene aislados del mundo exterior», a la vez que resaltó que los síntomas que genera el humo consisten en «ardor, picazón, visión borrosa, enrojecimiento y lagrimeo».
El médico señaló que los citados síntomas «se deben a la sequedad por alteración del film lagrimal» y esto puede generar la aparición de conjuntivitis tóxica, ojo seco, irritación o hiperemia conjuntival, queratitis y, en algunos casos, úlcera corneal, con alteraciones visuales, las que, «por lo general transitorias».
Ante la presencia del humo y para proteger los ojos de sus efectos nocivos, el doctor Battaglia, médico integrante del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Austral, sugiere, en la medida de lo posible, mantenerse dentro del hogar sin exponerse al aire libre, e incluso colocar telas húmedas en ventanas y puertas para evitar el ingreso del humo.
Además, recomienda «suspender el uso de lentes de contacto, ya que pueden secarse y generar más molestias», a la vez que indicó que se pueden utilizar «lágrimas artificiales, en lo posible frías almacenadas en la heladera, para aliviar los síntomas y ayudar a barrer las partículas de la superficie ocular».
El especialista además manifestó que es recomendable no frotarse los ojos, sino colocar paños fríos sobre los mismos y, en caso de tener alguno o varios de los síntomas, consultar a una guardia oftalmológica.