Este próximo domingo 9 de febrero se celebrará la 92ª edición de los Óscar. Será una gala repleta de alegrías y decepciones que llegará a su fin con la entrega del premio a la mejor película, honor al que este año aspiran nueve películas.
Cada una de estas historias son distintas entre sí, pero a su vez son sorprendentes, entretenidas, emocionantes, dramáticas y espectaculares.
Desde CLG haremos un repaso de estos filmes que fueron los más sobresalientes según la Academia y que competirán por el premio máximo.
1917, de Sam Mendes
Es visualmente la mejor película de todas ya que todo el relato pasa por todos sus planos y su montaje, ya que invita a que el espectador a vivir la experiencia que vive un soldado británico que tiene que cruzar la líneas enemigas para llegar a un punto y evitar que sus compañeros caigan en una trampa mortal. El uso del plano secuencia en esta película es soberbio, pero si se saca esa experiencia, la película queda un tanto aburrida y se colocaría como una más dentro del cine bélico.
Guasón, de Todd Phllips
Los super héroes, o en este caso los super villanos, no son cosa de chicos. Esta película va más allá si adquiere el nombre o la identidad de un personaje que sale de las viñetas, sino trata el drama que vive un hombre enfermo, cuya sociedad la da la espalda y que producto de ese abandono da pié que llegue el origen de un hombre que traerá más caos a una ciudad ya corrompida. Interpretada magníficamente por Joaquín Phoenix, la película se convirtió ya en un nuevo clásico.
Parasite, de Bong Joon Ho
Una obra maestra que viene de Oriente para patear el tablero y brindar una historia atrapante, llena de humor negro y drama. Una familia rica se ve embaucada por otra de muy bajo nivel que aspira a poder quedarse con todo, pero una mala jugada será lo que descenlazará un conflicto aún mayor.
El Irlandés, de Martin Scorsese
El veterano director se despide del cine de gangsters con una película extraordinaria, protagonizada por tres grandes leyendas del cine: Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci. Una película excepcional que sabe cuándo derrochar energía, cuándo centrarse en las relaciones entre los personajes y el momento en el que incidir en el lado más dramático de la historia.
Había una vez…en Hollywood, de Quentin Tarantino
A Quentin Tarantino le gusta mucho alterar la narrativa tradicional y en este caso ha optado por hacer un cruce entre reconstrucción, homenaje y relectura de una época clave para la industria cinematográfica y televisiva de Hollywood. Sorprendente, divertida e inolvidable.
Contra lo imposible, de James Mangold
las grandes interpretaciones que ofrecen Christian Bale y Matt Damon por no hablar de las impresionantes escenas de carrera, logran hacer vibrar al espectador, incluso aunque este deporte no sea de su preferencia.
Jojo Rabbit, de Taika Waititi
Una excéntrica sátira mucho más inofensiva de lo que parece. Funciona mejor en lo íntimo, especialmente cuando se centra en la peculiar amistad que surge entre sus dos jóvenes protagonistas, que cuanto quiere ser más general, en especial por el tratamiento que se hace del personaje de Hitler, muy divertido en sus primeras apariciones y que luego acaba resultando una molestia. Pese a todo, Taika Waititi consigue una mezcla de humor y emoción que tiende a funcionar bastante bien.
Historia de un matrimonio, de Noah Baumbach
Adam Driver y Scarlett Johansson ofrecen dos de las mejores interpretaciones de los últimos años, en parte porque el milimétrico guion les da un grandísimo material para hacerlo. No falta una galería de estupendos secundarios, en especial los abogados con los rostros de Laura Dern y Alan Alda, y un preciso trabajo de puesta en escena de Noah Baumbach para medir bien la catarata de emociones que va golpeando a sus protagonistas y al espectador.
Mujercitas, de Greta Gerwig
Por un lado es una película encantadora que te deja con una sonrisa, pero también cuenta con una serie de personajes inolvidables con algunas interpretaciones de primera categoría. Todo ello con un acabado bellísimo que en ocasiones dota a la película de una inesperada belleza casi pictórica y con una frescura envidiable en su guion, el cual se permite también algún afortunado juego narrativo.