Las vacaciones, el momento ideal para relajarse y desconectar del ajetreo diario, no siempre es todo lo que esperabas. Para muchas personas, la posibilidad de frenar la rutina y entregarse al ocio se convierte en una fuente de ansiedad.
La cronopatía, una obsesiva necesidad de aprovechar el tiempo al máximo y ser productivo en todo momento, puede transformar el descanso en una carrera contrarreloj, generando un profundo sentimiento de culpa ante la inactividad.
El licenciado Alexis Alderete explica: «Aunque no está reconocida oficialmente en los manuales de salud mental, la cronopatía surge en una sociedad que glorifica la hiperproductividad. Esto se agrava en personas con rasgos perfeccionistas, quienes asocian su valor personal con la eficiencia y el rendimiento constante».
Según se explaya el experto, «la tecnología y las redes sociales también refuerzan esta idea, ya que fomentan la sensación de que siempre se debe estar disponible y conectado, dificultando la posibilidad de disfrutar del tiempo personal».
La imposibilidad de desconectar del deber y la autoexigencia puede tener un impacto significativo en la salud, tal como detalla el psicólogo:
- Problemas cardiovasculares, como taquicardias o, en casos extremos, infartos.
- Trastornos del sueño, debido a la preocupación constante por las tareas pendientes.
- Estrés crónico y agotamiento físico, consecuencia de un estado de alerta permanente.
Para romper con esta dinámica de hiperproductividad y recuperar el placer del descanso, los especialistas recomiendan:
- Practicar mindfulness: incorporar ejercicios de atención plena o meditación diaria ayuda a reducir el estrés y la sensación de urgencia constante.
- Establecer límites: decir «no» a compromisos innecesarios y aprender a reservar tiempo para el ocio permite redefinir el concepto de productividad más allá de los logros medibles.
- Iniciar terapia psicológica: trabajar con un profesional permite identificar y modificar patrones de pensamiento arraigados, muchas veces impuestos por la sociedad o la educación, que conducen a la autoexigencia extrema.
«Aprender a descansar sin culpa es un paso clave para recuperar el equilibrio y el bienestar. Muchas veces, creemos que ser eficientes y vivir de manera acelerada es sinónimo de éxito, pero en realidad, encontrar tiempo para el placer y la desconexión también es una forma de salud mental», concluye Alderete.
Fuente Ohlalá
Experto consultado: Alexis Alderete (MP 85367), licenciado en Psicología, egresado de la Universidad del Salvador. Especialista en Trastornos de Ansiedad y Entrenamiento en Habilidades (Fundación Foro). Posgrado en Sexología Clínica (Sociedad Argentina de Sexualidad Humana). Instagram: @holapsicologo.
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