El cantante mexicano Cristian Castro hizo vibrar a miles de personas en las dos horas de show que ofreció en el Movistar Arena de Buenos Aires. En el marco de su tour «Le canta al amor», el intérprete abrió su recital con «Amor eterno» y reconoció que el público argentino es muy importante en su carrera: «Ustedes lo dan todo, Argentina. Estoy emocionadísimo de estar acá». Por eso aprovechó este show tan especial para presentar por primera vez su más reciente lanzamiento: «Paris es una trampa». Acompañado por una banda de diez músicos (todos argentinos), junto con cuatro coristas y ocho bailarines, el cantante no pudo evitar hacer mención al último campeonato mundial: «Campeones del mundo. He estado muy cerquita de ustedes y desde México les digo que estamos muy orgullosos. Estoy feliz. Los felicito a todos». Llegó uno de sus clásicos «Amor» y rápidamente volvió con los guiños para su público argentino que llenó el Movistar Arena. Con foto de Carlos Gardel en las pantallas, apareció una pareja de bailarines de Tango y el cantante rindió homenaje entonando un Tango. «Ustedes son lo más sagrado que tengo», aseguró el artista latino, que lleva vendidos más de 25 millones de álbumes. «¿Están contentos con el otoño?», preguntó el mexicano, feliz de que hayan bajado las altísimas temperaturas en Buenos Aires. «Si no fuera otoño, no podría usar este traje. Es mejor así», bromeó con su atuendo fluo brillante. «Nunca me quiero ir de acá. Me tengo que ir a otros países y me cuesta trabajo. Me siento muy orgulloso de todos ustedes. Tengo un invitado a quien quiero mucho. Ha demostrado ser familia conmigo, Maxi Pardo». Y juntos cantaron «Así era ella». Más tarde, en la pantalla apareció un saludo muy especial, el de su madre, la actriz Verónica Castro, que le dijo cuánto lo ama y lo llamó «papasito», un apodo que las fans rápidamente adoptaron y empezaron a corear. «Mi madre me sigue acompañando, esa madre tan luminosa», aseguró para dedicarle uno de sus temas más exitosos, «Lloviendo estrellas», y después, claro está, cantó «Verónica», como no podía ser de otra manera. Siguieron temas románticos, como el hit de 1998, «Lo mejor de mí», para después hacer vibrar a sus fans con «Azul», marcando el final de la primera etapa, para volver vestido de impecable smoking interpretando un tema de Duran Duran en inglés. El público enloqueció cuando en la pantalla aparecieron cientos de rosas y llegó otro hit: «Lloran las rosas». Y al fin lo dijo. Su amor por Argentina no es pasajero: «Tengo muchas historias que decirles pero no están permitidas. Son historias prohibidas. Me mudo para Buenos Aires muy prontito, nuevamente, y espero para siempre». Fanáticas descontroladas lo acompañaron aún más con canciones como «Simplemente tú», «Ángel», «Por amarte así» y «Volver a amar». |