Un artículo publicado en el sitio mejorconsalud.com detalla los prejuicios de la contaminación cruzada y ofrece recomendaciones para eludirla. A continuación una explicación para adentrar en el tema y tres consejos imprescindibles para tener en cuenta.
Evitar la contaminación cruzada es crucial en enfermedades como la celiaquía. Se trata del fenómeno en el que una persona se puede intoxicar por medio de alérgenos o microorganismos presentes en un producto o utensilio que ha estado en contacto con un alimento que ha consumido.
A continuación te vamos a ofrecer una serie de consejos para evitar la contaminación cruzada. De este modo, reducirás el riesgo de desarrollar patologías agudas derivadas de una intoxicación o de la expresión de una alergia. No olvides que mantener medidas de seguridad es esencial para proteger la salud en lo que a alimentación se refiere.
Recomendaciones para evitar la contaminación cruzada
Explicaremos 3 detalles que debes tener muy en cuenta a la hora de manipular los alimentos que vayas a consumir. Presta atención para reducir el riesgo de enfermar.
1. No pongas en contacto alimentos cocinados y crudos
Los alimentos que han sufrido un proceso de cocción, por norma general, han inactivado los microorganismos y los tóxicos que pueden generar patologías. La evidencia científica sugiere que los nemátodos, como el anisakis, se destruyen al ser sometidos a bajas o altas temperaturas.
Sin embargo, si ponemos en contacto un alimento cocinado con otro fresco que contenga bacterias nocivas, estas pueden saltar de un producto a otro y comenzar a reproducirse. De este modo, se incrementa el riesgo microbiológico y se producen contaminaciones cruzadas.
Te recomendamos siempre reservar un espacio en la cocina para aquellos alimentos que hayan sido sometidos a un proceso de cocción, separado del lugar donde se encontrarán los ingredientes que todavía han de ser cocinados. Un ejemplo muy típico es el de mezclar verduras cocinadas con carnes o pescados todavía crudos.
Esta práctica entraña riesgos para la salud, sobre todo cuando los productos animales no han sido sometidos a congelaciones o higienizaciones previas.
2. No utilices el mismo cuchillo para cortar todos los alimentos
Del mismo modo que no resulta conveniente juntar alimentos, tampoco se debe utilizar el mismo cubierto para manipularlos. Un ejemplo típico al no evitar la contaminación cruzada es la de compartir utensilios con la presencia de gluten.
Una investigación publicada en la revista Journal of Food Protection asegura que a la hora de preparar la comida para una persona celíaca, se deben de utilizar cubiertos recién lavados. Además y en lo posible, que no hayan entrado en contacto con ningún alimento susceptible de contener gluten.
Lo mismo puede suceder si el producto en cuestión tiene bacterias que resulten patógenas para el ser humano. A la hora de manipular distintos alimentos es esencial lavar bien los cuchillos, para evitar esta clase de situaciones.
3. Las sartenes y los aceites también son un vehículo de trasmisión
Además de tener cuidado con los utensilios de manipulación, es preciso higienizar los elementos de cocción tras su uso. Las bacterias o los alérgenos que pueden quedar en ellos tras un cocinado pueden trasmitirse a los alimentos que se introduzcan en el recipiente.
Los celíacos son los individuos más susceptibles a este tipo de contaminaciones cruzadas. No obstante, también se dan casos donde las bacterias consiguen sobrevivir en el recipiente y reproducirse una vez que entran en contacto con los alimentos que se introducen en el mismo.
De todos modos, que esta situación tenga lugar tampoco es tan sencillo como parece. Para que un alérgeno o bacteria cause un daño concreto, es necesario que se encuentre en una dosis mínima. Tal y como afirma una investigación publicada en la revista Journal of Food Protection, es poco frecuente que se detecten intoxicaciones si la carga bacteriana es insignificante.
Los celíacos se exponen a esta clase de sucesos si no logran evitar la contaminación cruzada. Pocas proteínas hacen falta para desencadenar un proceso autoinmune en estos pacientes.
Presta atención a la higiene alimentaria para evitar la contaminación cruzada
Las intoxicaciones alimentarias por falta de precaución son más frecuentes de lo que crees. Por este motivo, es fundamental seguir los consejos que te hemos propuesto con el objetivo de reducir la incidencia de las mismas.
Un exceso de higiene suele ser nocivo a largo plazo, pero una falta de la misma también. Sobre todo a la hora de manipular los alimentos procura evitar ciertas conductas que se consideran de riesgo.
Además, no olvides que las cocciones completas y los procesos de congelación bien realizados son capaces de inactivar muchos organismos patógenos que pueden causar intoxicaciones y problemas agudos. El anisakis, por ejemplo, se inactiva sometiendo a los pescados a temperaturas muy bajas.