Por Jessica Mouzo
El primer día de menstruación es el punto de partida de un complejísimo proceso vital que la ciencia todavía no entiende del todo: el ciclo ovárico. Con la regla arranca la primera fase de este fenómeno, que suele durar unos 28 días, y que implica también, aparte del sangrado menstrual, el crecimiento de los folículos ováricos hasta dar con un óvulo maduro que se libera a las trompas de Falopio y la degradación del endometrio antes del inicio de una nueva menstruación. Todo eso pasa de forma periódica durante la vida fértil de una mujer a un ritmo más o menos constante, pero los científicos todavía desconocen qué determina el tiempo de estos ciclos y por qué dura lo que dura cada fase. Por las similitudes temporales, algunos expertos han encontrado un vínculo de este fenómeno con el ciclo lunar, pero esta teoría, con resultados limitados y contradictorios, siempre ha generado gran controversia entre la comunidad científica. Una nueva investigación, publicada este miércoles en la revista Science Advances, abunda en la comprensión de este proceso y sugiere que, más que las fases lunares o cualquier otra variable externa, probablemente sea un reloj interno del organismo, como el cronómetro circadiano que marca el compás de la vida, lo que regula el ciclo ovárico.
Según Claude Gronfier, científico del Centro de Investigación en Neurociencias de Lyon (Francia) y autor del estudio, la explicación tradicional de por qué el ciclo menstrual tiene un período de 28 días “es que resulta de un equilibrio fino entre procesos endocrinos” que conducen a las distintas fases de este fenómeno. Su colega y primer autor de la investigación, René Ecochard, del Hospital Universitario de Lyon, ilustra las etapas de este ciclo, empezando por una primera fase de latencia, que dura alrededor de una semana y comienza con el primer día de sangrado: “El principal proceso que tiene lugar durante este período es la selección de un folículo que luego conducirá a la ovulación”,así como la secreción de moco líquido en el cuello uterino para recibir los espermatozoides”. La tercera parte del ciclo, conocida como “fase postovulatoria”, apunta Ecochard, se extiende a lo largo de unas dos semanas, desde el día posterior a la ovulación hasta el día anterior al comienzo del siguiente período menstrual.
La tercera parte del ciclo, conocida como “fase postovulatoria”, apunta Ecochard, se extiende a lo largo de unas dos semanas, desde el día posterior a la ovulación hasta el día anterior al comienzo del siguiente período menstrual. “Curiosamente, y sorprendentemente, nunca ha habido una explicación consensuada de por qué esas fases diferentes, sumadas, duran aproximadamente 28 días, además de que cada una de ellas tiene también una duración determinada”, expone Gronfier en una respuesta por correo electrónico.
Fuente de información: www.elpais.com
Foto portada: Investigadoras de la Universidad de Michigan revisan las imágenes captadas de ovocitos en el tejido ovárico. MARCIN SZCZEPANSKI (MICHIGAN ENGINEERING)