Por Andrea Albertano – Fuente Juan Delicias Magazine
María Sol Curcio es argentina pero, desde el año pasado, vive en Madrid. Ella es sommelier, Licenciada en Gastronomía y, en los últimos años, se especializó en comunicación y marketing enogastronómico. Desde España charló con JDM
“Crecí en una familia donde la mesa era el punto de encuentro y descubrí que cada plato y cada copa cuentan una historia. Con el tiempo, esa curiosidad se transformó en una profesión, combinando mi amor por el vino, la gastronomía y la comunicación”, comienza.
A la hora de elegir un plato, bebida o ingrediente que represente a su país, asegura que es el asado argentino. “Porque es mucho más que una comida: es un ritual, un punto de reunión donde el fuego, la paciencia y la compañía son tan importantes como el sabor. Por otro lado, creo que es importante poder maridarlo con un buen vino tinto, en mi preferencia un Cabernet Franc con cuerpo”.
Entre las experiencias gastronómicas más memorables que pudo vivir, da un nombre que, en los últimos tiempos sonó mucho en Argentina. Se trata del restaurante ANAFE, de Buenos Aires. “No sólo fue memorable por las delicias y sabores tan bien orquestados, sino por la simpleza y por la presencia de la materia prima en cada plato, sumado al buen servicio que, para mí, forma parte de la experiencia”, sentencia.
Ya instalada en Madrid, recorrió algunos de los lugares gastronómicos y nos recomienda uno. Se trata de Casa Gerardo: “es un almacén de vinos donde las tapas son sencillas pero deliciosas, el producto en su máxima expresión la tostada con sardina ahumada es exquisita y el de queso de cabra con setas”
Cuando le pedimos que defina su historia como un plato, un vino o un aroma, asegura que es un vino de guarda “con capas de complejidad, tiempo y evolución, que sigue descubriendo nuevas notas con cada sorbo”.
La infancia llega en su memoria cuando evoca “las milanesas de su abuela Nilda, la tarta de atún de su mamá y las albóndigas de su abuela Ada”.
Cuando viaja, como buena gastrofan, opta por lo más típico del lugar, “desde un plato callejero hasta la recomendación de un productor local o mismo de alguien que viva en ese lugar. Me encanta descubrir la identidad gastronómica de cada destino a través de su gente y sus sabores”.