Salud y bienestar

Climaterio: la edad del reencuentro

Hasta que ocurre la menopausia, el cuerpo femenino va cambiando de tal modo que suele provocar en las mujeres una sensación de extrañamiento y desconocimiento de ese nuevo cuerpo. Algo similar sucede con las emociones y las capacidades intelectuales.

En síntesis

Parece que todo comienza a aumentar:

• Mayor inestabilidad

• Olvidos

• Irritabilidad

• Mayor sensibilidad, acompañan a un cuerpo con tendencia a aumentar de peso (aunque la alimentación sea la misma de siempre), a una piel con más arrugas, a un cabello con más canas.

En apariencia ¡Lo único que disminuye es la visión de cerca!

En general, a estas edades los hijos ya son grandes y necesitan menos de nosotras, parecen pensionistas en nuestras casas y comienzan a tejer sus propias vidas. Esta situación puede ser vivida como una liberación de las responsabilidades o como un vacío al no ser imprescindible como antes.

La edad media de la vida es uno de los períodos de mayor crisis emocional en las personas (tanto varones como mujeres). Aquellas mujeres que mantienen una pareja estable, suelen observar que su marido también está cambiando, también aumentó de peso paulatinamente y tiene momentos de tristeza o aislamiento. El modo de relación entre ellos deberá adaptarse a las nuevas realidades personales y familiares. Será un desafío la posibilidad de recuperar a la pareja versus la rutina y la costumbre.

En este período de la vida, algunas parejas deciden separarse y comenzar de nuevo, en la espera de que esa crisis sea una nueva oportunidad.

Aquellas mujeres que están solas, suelen encontrarse en dificultades para recuperar vínculos afectivos o no comprenden los nuevos códigos de acercamiento entre los sexos.

Otras mujeres se deprimen y no encuentran sentido a sus vidas. Otras, canalizan su ansiedad a través de medicación, cigarrillos en exceso, vínculos ocasionales, entre otras actitudes.

Otras comienzan a desarrollar intereses que tenían postergados, o descubren nuevos, aprovechando los aspectos positivos de esta etapa. Paseos, viajes, espectáculos, arte, música, largas charlas, lecturas, estudios, son sólo algunas de esas posibilidades.

Tanto para unas como para otras, la cercanía a los 50 años señala el momento de empezar de nuevo. Es la edad del reencuentro. El reencuentro con sus temores, sus dudas, sus confusiones, sus desilusiones.

Pero la capacidad de pensarse y proponerse cambios también permite el reencuentro con sus ilusiones, con sus expectativas, con sus esperanzas, con sus energías, con sus decisiones. Es el momento de reencontrase consigo misma y replantearse los futuros proyectos a realizar en la otra mitad que queda de la vida.

Lic. Virginia Martínez Verdier

Fuente: www.saludfemenina.net