La historia de Claudia es una de amor y superación. Ella es una mamá de Roldán. Tuvo cuatro hijos y uno de ellos, Bruno, falleció hace cinco años cuando tenía 22. Para atravesar ese duelo y honrar a su hijo, creó Brunella, una muñeca que la ayudó a «transformar el dolor en amor». EQC Mujer dialogó con ella para conocer más sobre su historia y su iniciativa.
«El proyecto fue lanzado por una petición de Bruno mucho antes de partir», contó. Es que su hijo, que pasaba mucho tiempo con ella y a la acompañaba en la producción de otros muñecos que ella confeccionaba, le dijo en su momento que debía «hacer algo propio». Si bien no fue una sugerencia que tomara inmediatamente, con el tiempo empezó a tener otro significado.
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«A partir de ahí me di cuenta que él siempre me va a guiar. Fue para eso que él estuvo en mi vida y es maravilloso», remarcó con orgullo. Brunella es una iniciativa familiar: «Todos trabajamos para ella e ideamos desde cómo contar una historia, hasta su ropa o su perfume».
Para Claudia no es nada más una muñeca, es «vida, esperanza y poder seguir». «Es transmitir que el dolor se puede transformar totalmente en amor», reveló. «En el día a día es algo maravilloso. Voy aprendiendo, voy resurgiendo, voy armando la historia, porque vienen nuevos recuerdos y nuevas cosas», insistió.
En el marco de la pandemia, «el proyecto siguió adelante con mucho amor, paciencia y dedicación». «Las muñecas están hechas a mano y cada pedacito de ella tiene puestas muchas horas y mucho de mi ser», aseveró. «La pandemia en mi vida fue un aprendizaje y una aventura, porque tuve más oportunidad de trabajar en el proyecto», añadió.
Actualmente, ella tiene un espacio en Roldán que describió como «un lugar de encuentro, donde amigas y amigos pueden conocer, recibir un mensaje e irse con el corazón lleno».
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Su historia conmueve, y consciente de eso, Claudia aseguró: «Aunque parezca dolorosa, es sumamente de aprendizaje». «Esto ayuda mucho; cada persona que lleva una Brunella me da una devolución hermosa. Eso también va llevando a sanar», resumió.
Tanto conmueve y tanta empatía genera que, según adelantó a EQC Mujer, está escribiendo un libro al respecto con una autora que la contactó. «Lo que yo más anhelaba era poder contar la historia de Bruni y la mía, porque con el tiempo aprendí que no solamente la muñeca nacía por Bruno, sino también por mí», comentó.
Por último se refirió a la partida de su hijo: «Me queda todo el amor que le di en su momento, las charlas, los besos. Todos los días le dije que lo amaba como a cada uno de mis hijos». «A veces solo con una palabra o un gesto podemos ayudar un montón. El mensaje es quererse, amarse, respetarse y respetar al otro. Acá estamos de paso, seguramente me volveré a encontrar con mi hijo en algún momento y eso será magnífico», cerró.