EFEsalud ha entrevistado a la doctora Juana Sánchez, responsable del Grupo de Trabajo de Dolor de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia para conocer más sobre la patología: ¿Cuáles son sus factores de riesgo definitorios? ¿Qué perfiles son más dados a padecerlo? ¿Cuál es su tratamiento?
Según señala la doctora, la ciática, como el pinzamiento del nervio ciático, puede tener muchas causas: postura, edad, obesidad, sedentarismo y, aunque sea menos común, también puede ser por causa inflamatoria.
Aunque la más frecuente, eso sí, es el dolor mecánico degenerativo, lo que conocemos por artrosis.
El rango de edad y el perfil del propio paciente son, en este sentido, los factores que condicionarán su causa.
Por ejemplo, en el caso de las mujeres, esta patología se suele dar durante la posmenopausia, ante la pérdida de calcio en sus vértebras, que en ocasiones conduce a una osteoporosis.
Pero, además de esto, la ciática también puede darse ante el uso continuado de fármacos como los corticoides.
Y es que el uso de corticoides puede dar lugar a aplastamientos vertebrales, por traumatismos fortuitos o simple esfuerzo, porque pueden producir pérdida de masa ósea.
“Los corticoides son muy útiles. Pero el problema fundamental está en el tiempo de tratamiento y la dosis”, indica Juana Sánchez.
La doctora insiste en que no conviene demonizar este tipo de fármacos, ya que, aunque su uso pueda desembocar en un debilitamiento de la masa ósea, también son los más efectivos en los cuadros graves de ciática.
En definitiva, la experta enumera como factores de riesgo:
- Postura: la postura y el hecho de realizar trabajos mecánicos hace muy probable el padecimiento de esta patología.
- Edad: cuando se superan los 50 años, se produce una pérdida de tono muscular, una disminución de los cuerpos vertebrales y de los discos intervertebrales. La degeneración de la vértebra hace que estreche las zonas del canal medular y que pueda producirse este pinzamiento.
- Si se da en jóvenes, el hecho de sufrir de ciática hace muy probable que nos encontremos ante un caso de escoliosis
- Obesidad
- Sedentarismo
- Antecedentes personales y familiares: no podemos olvidar el hecho de que haya tenido tratamiento con corticoides, quimio o radioterapia, además de antecedentes de enfermedades infecciosas como la tuberculosis, porque esto puede jugar un papel fundamental a la hora de diagnosticar la dolencia.
Los síntomas que presenta la ciática son los mismos que la definen: Dolor que va de la zona lumbar hasta el glúteo y se irradia o bien por un miembro inferior hasta el dedo gordo del pie o bien bilateralmente, por los dos miembros inferiores.
Sin embargo, hay ocasiones en las que la sintomatología va más allá y los signos de alarma que la acompañan pueden hacernos pensar en una causa secundaria. Si se acompaña de…
- Fiebre
- Pérdida de peso
- Dolor nocturno muy fuerte que mejora cuando te levantas
- Pérdida involuntaria de esfínteres, sea en orina o deposición
- Compresión baja, el llamado síndrome de cola de caballo
Puede tratarse de una patología tumoral, infecciosa aguda y nos hacen sospechar de una lumbociática aguda secundaria. Aunque sea menos frecuente, es importante conocer estos síntomas.
La ciática, a ojos de la experta, es una dolencia que resta calidad de vida y que afecta en gran medida a la funcionalidad del paciente.
Y es que el paciente con lumbociática tiene un dolor que le impide andar, que puede producir cojera y le hace adoptar una postura antiálgica.
“Por eso muchas veces se acude a las urgencias o al médico con prontitud, porque no pueden ni ponerse los calcetines ni abrocharse los zapatos”, asegura Sánchez.
La lumbociatalgia se suele mejorar, pero depende totalmente de la causa.
Algo en lo que siempre se incide es en la importancia de corregir los factores de riesgo: si el paciente está obeso, debe perder peso; si es sedentario, debe hacer ejercicio.
La doctora indica que corregir estos factores es la parte más importante y, precisamente por eso, en muchas ocasiones se prescribe ejercicios como el pilates o el taichí para mejorar la funcionalidad y restaurar el tono muscular de la columna.
En términos generales, la forma en la que se suele tratar el dolor por ciática es a partir de…
- Reposo: siempre se recomienda que sea relativo máximo 72 horas, en función de la situación.
- Calor seco en la zona dolorida
- Pequeña rehabilitación: pequeños ejercicios según lo pueda tolerar el paciente.
- Tratamiento sintomático con analgésicos, como el paracetamol, o antiinflamatorios, teniendo en cuenta su toxicidad gastrointestinal, el menor tiempo posible
- Como antes se mencionaba, si tenemos una alta sospecha de una hernia discal que conduce a atrofia muscular, se suele recetar corticoides para bajar la inflamación.
Por otra parte, la médico concreta que en el caso de las mujeres posmenopáusicas, para evitar el dolor por ciática, se añaden dos puntos más:
- Buen aporte de calcio, que compense la deficiencia.
- Vitamina D o tomar de forma responsable el sol.
Juana Sánchez, en calidad de portavoz de la SEMG, deja claro que cualquiera puede padecer de ciática. Ser consciente de los factores de riesgo e intentar evitarlos siempre que se pueda es lo más importante.
Nota de EFE salud