-Entre pandemia y crisis, entre cotidianeidad y sobresaltos, otro año casi se ha ido, querido Candi. La vida vuela rápidamente hacia lo desconocido y muchas veces, mientras vuela, se pierde en cuestiones insignificantes, muchas veces perjudiciales para todos. Ya estamos a mediados de noviembre, es decir, a poquito más de Navidad y de Año Nuevo. El año se pierde en el horizonte del tiempo.
-Gracián decía que “lo único que realmente nos pertenece es el tiempo. Incluso aquel que nada tiene lo posee”. El asunto es advertir qué hacemos con ese tiempo ¡Ah, el tiempo! No quiero definirlo con palabras grandilocuentes, solo diré que el tiempo es el alma de la vida, es la misma vida. Tiempo…, pedazos de vida que se van perdiendo.
-Pedazos de vida que se van perdiendo. Pedazos de vida que se hacen pasado, pedazos que fueron y que ya nunca serán sino solo un recuerdo ¿Qué recordaremos?
-Esa es la cuestión, ¿qué recordaremos?, ¿qué recordamos hoy? Recordamos aquello que fuimos, aquello que hicimos. Por eso es tan importante pensar en nosotros mismos hoy, porque lo que seamos hoy, lo que hagamos hoy, será lo que recordaremos mañana y lo que recordarán los otros de nosotros. Y todo recuerdo tiene un balance que da negativo o positivo, que se vuelve culpa o alegre satisfacción
-¡Ah, esos balances!
-¿Se siente satisfecho usted con su pasado? En buena hora ¿Se equivocó usted en el ayer? ¿Se siente culpable? Arrepiéntase sinceramente, pida perdón o pídase perdón, si fuera el caso, y ya deje de estar en ese hueco. No se lamente por aquello que pudo haber sido y que no fue, eso que pudo haber alcanzado y no alcanzó, ese ser que quiso ser y que no fue. Deje eso que para nada le sirve a usted y a los demás. Enfóquese en el presente, en el hoy, pregúntese ¿Qué quiero ser? ¿Qué quiero hacer? Tenga una respuesta buena y sensata a mano y dirija sus fuerzas a conseguir el objetivo. Piense en usted primeramente. Sí, piense en usted, en su felicidad, en su bienestar, porque si usted no está bien ¿cómo podrá ayudar al que tiene al lado a que esté mejor? No es egoísta en absoluto que piense y actúe por usted y hacer lo necesario para que su vida esté mejor. Se lo digo yo, un creyente, uno que anda por ahí dando testimonio de Dios de vez en cuando (atrevido pecador). El mismo Dios, la misma Causa Sagrada de todas las Cosas, lo pide en su gran mandamiento: “amarás a Dios con todas tus fuerzas, con toda tus alma, con todo tu corazón y a tu prójimo como a ti mismo” ¿Lo ve?, dice “como a ti mismo”. Tiene usted, amigo mío, todo el derecho y más que el derecho la obligación de ser feliz, de tener paz, de poseer todo aquello que necesite y que lo haga dichoso. Pero no olvide que eso que desea debe ser bueno para usted y bueno para la creación y las demás criaturas, especialmente esas que lo acompañan cada día de su fugaz vida.
-Está bien, pero como tantas veces hemos dicho no es fácil en ciertos contextos.
-Luchemos contra esos contextos y contra esas circunstancias ¿qué no puede el ser humano con fe, con amor, con perseverancia? Y en todo caso, mañana recordaremos este pedazo de vida que se fue con la satisfacción de haber luchado. A veces, mi querido Inocencio, la victoria no está en ganar, sino en haber sido heroico en la batalla. Como sea, usted merece lo mejor y por tanto piense en usted y eso no lo convierte, como dije, en un ser mezquino, en tanto y en cuanto tenga el buen corazón de no olvidar que otros también están queriendo transformar este desierto que a veces es la vida, cultivar algo bueno en este pedazo de tiempo.
(Seguinos en www.elquiddelacuestion.com.ar / En la Fanpage EQCnoticias / Instagram eqcnoticiasrosario)