CHARLA DE CANDI E INOCENCIO: Mañana se casa María, Juana, Pedro, Juan y recién nació Simón.

-Me gusta el fútbol, lo admiro a Messi, disfruto cuando lo veo jugar, Inocencio.
-Buen arquero sería usted, empezó preparado por si le cobran un penal por lo que va a seguir diciendo.
-Nada que no pueda y deba yo decir, y es que muchos medios argentinos dan pena. Sobre todo algunos medios que uno siempre consideró serios, como cierto diario porteño que en su portada satura con el tema del casamiento de Messi con su pareja Antonela.
-Los medios deben informar.
-Estoy de acuerdo, pero ya saturan con Messi, Antonela y su casamiento. Una cholulez descomedida: la peluquería a la que fue Antonella, la última foto de soltera en Rosario, por qué Macri no va al casamiento, que postre van a comer. Si supieran qué color tendrán los calzoncillos del astro del fútbol y la lencería de su mujer en la noche de bodas lo publicarían.
-Ni lo dude. Una señora me dijo ayer: “más policías que invitados va a haber, toda una ciudad movilizada por el casamiento de Messi”.
-En fin, Inocencio, nosotros somos unos desubicados, parece. Yo no digo que no deban darse este tipo de noticias, pero la saturación no me parece adecuada.
-Es un buen indicador del nivel de los medios y del propósito que persiguen: plata y distracción de la masa.
-¿Usted dice?
-Hace algún tiempo, en un medio rosarino que recién nacía, propuse tomar fotografías de la ceremonia de casamientos de gente común y publicarlas en un espacio dedicado a ello, gratis por supuesto. Una forma de regalar un recuerdo a los contrayentes. No prosperó en esa oportunidad la idea. Pero esto es al margen. Lo que quiero decir es que así como se casa Messi, mañana también se casan muchos enamorados. Si yo fuera jefe de Redacción de un medio, haría tomar mañana mismo fotografías de otras ceremonias en Rosario. Ceremonias protagonizadas por gente anónima, con sueños, para quienes la vida matrimonial supondrá amor, pero también el esfuerzo de tirar juntos en un país, una provincia, una ciudad, en donde no siempre las condiciones son benignas para los amantes.
-¿No siempre? Diría que casi jamás.
-Inseguridad, injusticias, desempleo, salarios indignos, altos impuestos, desorbitantes costos de servicios, desorden de todo tipo. Calles rotas, mal iluminadas, de tierra, barrios sin cloacas, y un largo y penoso etcétera al que esos amantes rosarinos, santafesinos, argentinos, deberán hacer frente.
-Para esos matrimonios, nuevos, de años, que con esfuerzo mantienen esa sagrada institución, olvidados por las autoridades y muchas veces por los medios, dedicamos esta columna. Por los que mañana se van a casar y sobre los que nadie habla, por ellos estas palabras. Y en cuanto a Messi y Antonela, que sean felices, por supuesto, mañana y siempre.