El cotitular de la CGT, Jorge Sola, advirtió hoy que la discusión sobre una eventual reforma laboral en la Argentina se desarrolla “entre trascendidos” y sin la participación de quienes -según remarcó- deberían ser los protagonistas: los empleadores productivos y la fuerza de trabajo.
El dirigente sostuvo que cualquier intento de avanzar con cambios estructurales “sin letra chica, sin consensos y sin los sectores afectados en la mesa, nace viciado”.
Sola, en declaraciones a Radio Rivadavia, subrayó que el Gobierno “invierte el orden de prioridades”, ya que -a su entender- la reforma urgente y decisiva para promover la inversión productiva es la tributaria, no la laboral.
“Bajen los impuestos, que para eso vino este gobierno”, disparó.
Además, adelantó que la CGT llega “fortalecida y unida” al debate que se abriría en el Congreso y aseguró que el movimiento obrero “no sólo está para resistir, sino también para aportar soluciones”.
Sola comenzó señalando que hoy no existe ningún proyecto formal de reforma laboral presentado por el Poder Ejecutivo.
“Estamos evaluando, pero son todas incertidumbres; no tenemos un proyecto que estemos visualizando. Todo lo que hay son trascendidos. El Gobierno hace trascender versiones y al rato las desmiente. Así no hay posibilidad de un tratamiento serio”, sostuvo.
En ese sentido, remarcó que la preocupación creciente surge de que “los dos actores principales que sufrirían las consecuencias de una ley -la inversión productiva y los trabajadores- no están sentados en ninguna mesa de consulta”.
Consultado sobre la actividad del Consejo de Mayo, Sola fue categórico: “Está Gerardo Martínez representándonos, pero no hay ningún tratamiento serio. Sólo propuestas muy generales que pretenden replicar el decreto 70/23, ese que declaramos inconstitucional y la Justicia nos dio la razón”.
El dirigente sindical afirmó que una ley laboral de alcance transversal para todos los sectores “es inviable y contraproducente”.
“Ninguna actividad es igual a otra. Las modernizaciones deben hacerse por sector, porque un banco, una compañía de seguros y la minería tienen realidades laborales completamente distintas”, explicó.
