Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen entre dos y tres millones de casos de cáncer de piel en todo el mundo. En tanto, resulta de vital importancia mantener los cuidados necesarios ante los eventuales daños que puede ocasionar la exposición al sol, sobre todo frente a las altas temperaturas que presentan estos meses.
En este marco, el Observatorio de Pacientes elaboró una serie de consejos abocados al cuidado de la piel. En diálogo con CLG, Monica Lenoci, directora de este espacio destinado a la prevención, acompañamiento, asesoramiento, acción y difusión comunitaria de salud, brindó algunos conceptos sobre la cuestión.
«La Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) aconseja en relación a la protección y prevención de cáncer de piel utilizar protector solar factor 30, veinte minutos antes de la exposición al sol y renovar su aplicación cada dos horas sobre piel seca. El mismo, debe ser de reconocida calidad y usado en cantidad generosa, sin olvidar orejas, empeines, labios, cuello y tórax. Asimismo, se recomienda siempre, chequear la fecha de caducidad en el envase», señaló Lenoci.
En relación al comportamiento que debe llevarse a cabo ante la exposición solar de los bebés, expresó que es prudente que los menores de un año se ubiquen a la sombra con ropa liviana, pudiendo utilizar protector solar desde los seis meses.
Por otra parte, recomendó cuidarse de los rayos ultravioletas durante días nublados prestando mayor atención quienes han recibido un trasplante de órganos o quimioterapia. «La Sociedad Americana de Cáncer indica que los rayos solares UVA y UVB, aunque constituyan una pequeña porción de los emitidos por el sol, son la causa principal de los efectos dañinos sobre los seres humanos puesto que afectan potencialmente el ADN de las células de la piel pudiendo alterar los genes que controlan su crecimiento», indicó.
Tres tipos de rayos UV
Los rayos UVA envejecen a las células de la piel y pueden dañar el ADN de las mismas. Estos rayos están asociados al daño de la piel a largo plazo tal como arrugas, pero también se considera que desempeñan un papel en algunos tipos de cáncer. La mayoría de las cremas bronceadoras emiten grandes cantidades de UVA que según se ha descubierto aumentan el riesgo de cáncer de piel.
Los rayos UVB tienen un poco más de energía que los rayos UVA. Estos rayos pueden dañar directamente al ADN de las células de la piel, y son los principales que causan quemaduras de sol. Asimismo, se cree que causan la mayoría de los cánceres de piel.
Los rayos UVC tienen más energía que otros tipos de rayos UV, pero no penetran nuestra atmósfera y no están en la luz solar. No son normalmente una causa de cáncer de piel.
Protectores solares: ¿estética o salud?
La exposición a los rayos ultravioleta (UV) causa la mayoría de los casos de melanoma, el tipo de cáncer de piel más mortal. Por lo tanto, según afirmó Lenoci, la protección solar es importante durante todo el año: «Debe convertirse en hábito diario para evitar las quemaduras solares y reducir la probabilidad de tener cáncer de piel».
En este marco, destacó que los protectores solares en Argentina son considerados elementos cosméticos y no medicamentos de venta libre como ocurre en países como Estados Unidos, Canadá y Australia.
«Hoy los protectores solares cuestan desde 1.000 pesos en adelante (50 mg), si decimos que se debe reaplicar cada dos horas, seguimos viendo que no se trabaja para la prevención y que los niños, en su mayoría, no acceden a una protección adecuada».
En este sentido, consideró que estos productos deberían tener una cobertura del 40%, como tienen los demás medicamentos, para que la gente no pague valores exorbitantes.
«Los medicamentos son sustancias medicinales, y tienen las propiedades de prevenir, tratar, aliviar o curar diferentes enfermedades. Están especialmente pensados para mejorar las funciones corporales siempre que sea necesario, y así evitar cualquier tipo de afectación a tu calidad de vida», explicó.
Para concluir, sostuvo que debería modificarse el criterio sanitario de nuestro país, basado en la curación y no en la prevención, con la finalidad de facilitar el acceso a los medicamentos : «Todas y todos deberíamos acceder a una buena protección de nuestra piel», cerró.
Por Sofía Dalonse