Por Verónica Dema-
¿Existe el callo solar? Esta fue una de las preguntas que le realizamos a la médica dermatóloga Marina Gagliardi, directora médica de Pure Skin Dermatología, que nos ayudó a aclarar esta tendencia viral
En las redes sociales, especialmente en TikTok, abundan informaciones «supuestamente nuevas y sorprendentes» que afirman revelar secretos desconocidos o «verdades» que suelen carecer de respaldo científico. Una de estas tendencias recientes gira en torno al término “callo solar”, definido por algunos usuarios como una técnica que consiste en exponerse al sol sin protección durante todo el año con el fin de engrosar la piel, lo que generaría -según dicen- un supuesto “callo” que protegería de la radiación ultravioleta en verano.
Sin embargo, la médica Gagliardi advierte que “esto del callo solar no tiene nada de cierto y, además, es peligroso”. Según explica, esta práctica no solo es un mito, sino que también puede derivar en graves daños para la salud de la piel.
“Muchos de estos videos mencionan que somos los únicos animales que nos protegemos del sol, como si el resto no sufriera consecuencias. Pero esto es incorrecto”, señala Gagliardi. A modo de ejemplo, menciona un estudio publicado en 1996 titulado “Characterization of dermatologic changes in geriatric rhesus macaques”. Este trabajo documentó cómo los macacos rhesus expuestos al sol presentan lesiones cutáneas similares a las humanas, incluyendo dermatitis, arrugas, descamación, eritema y cambios histológicos como lentigos solares.
En otras palabras, incluso nuestros antepasados primates sufren los efectos nocivos de la radiación ultravioleta.
Otro aspecto que preocupa a especialistas es el regreso del bronceado excesivo, especialmente entre adolescentes. “La moda de Twiggy ha vuelto”, comenta la dermatóloga, refiriéndose al auge de pieles bronceadas que remiten a estéticas de décadas pasadas.
En plataformas como TikTok, algunos jóvenes que están con esta nueva/vieja onda, dicen que no es necesario usar protector solar si la radiación ultravioleta es menor a 7, y que con un FPS 30 o menos es suficiente cuando la radiación es alta.
“Como profesionales, también debemos hacer un mea culpa. Quizás fallamos en transmitir un mensaje claro y equilibrado sobre los riesgos del sol y los beneficios del aire libre. Demonizar el sol o vincular el cuidado de la piel exclusivamente con intereses comerciales podría haber contribuido a este desconcierto”, reflexiona Gagliardi.
La evidencia científica es contundente: la exposición prolongada al sol sin protección genera cáncer de piel. La dermatóloga explica que los carcinomas cutáneos son los tipos de cáncer más frecuentes en los seres humanos y, aunque suelen ser tratables si se detectan a tiempo, no dejan de ser malignos. En el caso del melanoma, un tipo de cáncer más agresivo, las consecuencias pueden ser fatales, ya que tiene un alto potencial de metástasis.
“Cuando somos jóvenes no solemos tener ciertos miedos. Por eso, como adultos y profesionales de la salud, debemos educar y acompañar a las nuevas generaciones para que no se lamenten en el futuro”, propone la experta.
Fuente Ohlalá – Foto portada Getty