La confianza en las vacunas cayó en la Argentina un 9,1% desde 2019 a 2023 mientras que cerca de la mitad de los argentinos (46%) no tiene pensado aplicarse la dosis de refuerzo de Covid-19 pero sí hay una alta aceptación de la vacuna contra el Dengue, ya que ocho de cada diez personas se la aplicarían, según el Índice de Confianza y Acceso a las Vacunas (ICAV) 2023 presentado hoy por la Fundación Bunge y Born.
El informe evidenció que la confianza y el acceso a las vacunas viene cayendo en el país y alertó que tanto los jóvenes menores a 20 años y los adultos mayores de 65 años son quienes menos creen en esta inmunización.
«No se recuperaron los niveles de confianza previos a la pandemia. La confianza de las personas de 15 a 20 años es la más baja con respecto al resto de los otros sectores etarios, al igual que los mayores de 65 años. Es preocupante porque los jóvenes en el futuro van a ser los que van a tomar las decisiones y las vacunas son clave para la salud de los adultos mayores», dijo el coordinador Senior de Proyectos de la Fundación Bunge y Born, Julio Ichazo, en una videoconferencia con periodistas.
Por quinto año consecutivo, este estudio se realizó mediante una encuesta a celulares, con 7.199 casos de respuesta completa, a mayores de 15 años en todo el país, entre noviembre y diciembre de 2023, y contó con estimadores de calibración balanceando sexo, edad, cantidad de integrantes del hogar, nivel educativo y provincia.
El índice de confianza de la población en las vacunas 2023 es de 85,2 puntos, lo que implica una baja del 0,8% respecto a 2022 (85,9), y de 9,1% respecto del primer ICAV en 2019 (93,7 puntos).
El índice de confianza está formado por tres componentes: la efectividad, su importancia para los niños, y la seguridad. El 84,9% de las personas piensa que son efectivas; el 87,7% que son importantes para los niños, y el 90,1% que son seguras.
Por región, la mayor confianza se registra en la Patagonia (86,3) y el NEA (86,1), seguidas por Centro (85,7), el NOA (85,3), AMBA (84,5) y Cuyo (84,2).
Si se toma por edad, el grupo entre 15 y 20 años aumentó levemente su confianza respecto a 2022, pero sigue siendo el que menos confía, seguido por los mayores de 65. En tanto los grupos que más confianza tienen son las personas de entre 51 y 65, luego los de 41 a 50, los de 31 y 40 y los de 21 a 30.
Al analizar los datos por nivel educativo, las personas de menor nivel educativo (primaria incompleta) tienen una confianza mucho menor al resto, con 78,8 puntos, mientras que los de mayor educación (con posgrados o más) tienen 88,3 puntos.
«El ICAV nos muestra que, en términos de acceso a la vacunación, nuestro país es cada vez más desigual entre la población menos educada y la que mayor grado de estudios posee. En cuanto a la confianza, vemos que son los más jóvenes quienes menos confían, por lo que hay una necesidad de trabajar fuerte en ese área», sostuvo Gerardo della Paolera, director ejecutivo de Fundación Bunge y Born.
El índice de acceso general de la población en 2023 se ubicó en 67,9 puntos, un 2,2% menos que el año pasado, y al analizar el nivel educativo se vio que es de 55,5 puntos para quienes tienen primaria incompleta a 81,3 en las personas con posgrados o más.
«El nivel educativo es predictor de la vulnerabilidad social. A medida que baja el nivel de estudios mayor son los problemas de acceso. Se agrandó la brecha de la desigualdad, Argentina se volvió mas desigual en términos de acceso a las vacunas», alertó Ichazo.
Por último, el estudio indagó sobre las vacunas de las que más se habla en la actualidad que son el refuerzo contra la Covid-19 y la del dengue, con resultado disímiles en cada una.
Por un lado, hubo una baja aceptación y desconocimiento sobre el refuerzo contra la Covid-19: el 46% no desea aplicarse la dosis y el 37% no conoce la recomendación de los organismo de salud sobre tener un refuerzo anual.
Por otra parte, ante la pregunta «Si hoy tuviéramos una vacuna contra el Dengue disponible, ¿usted se la daría? ¿Se la daría a su hijo o menor a cargo?», ocho de cada diez personas afirmó que se la aplicaría.
«Valoramos que hay una gran aceptación nacional a la vacuna contra el dengue, sin embargo el foco de trabajo tiene que ser la confianza ya que esto impacta en la predisposición de la gente a vacunarse contra todas las enfermedades. Cerca de la mitad de los argentinos no piensa darse la vacuna de refuerzo de Covid-19, es preocupante porque puede tener impacto en otra ola de contagios y en cuadros más graves de las personas con factores de riesgo», advirtió Ichazo.