La novela lleva por título «Busco interna» y lo que ando buscando yo son las palabras porque esta historia escrita por Carmen Sanz Prieto me ha robado las palabras.
«Busco interna» tiene un ritmo vertiginoso, aunque empieza de una manera tranquila pero que va cogiendo velocidad a medida de se avanza en su lectura, que no deja respiro al lector gracias a la presencia de capítulos breves lo que, desde mi punto de vista, incita a que el lector siga leyendo y se autoengañe con aquello de «Leo un capítulo más y paro».
La trama nos trae unas situaciones que ponen los pelos de punta al tener al asesino más espeluznante, más peligroso de los que recuerde ahora mismo. Este tipo sufre un acontecimiento atroz que le lleva a cometer los crímenes que lleva a cabo. Tuvo una infancia muy complicada, hecho que le lleva a, de alguna manera, vengarse de la sociedad con distintos secuestros persiguiendo algo que dejaré que sean los lectores quiénes descubran el objetivo que tiene el asesino y algunos de estos secuestros acaban en asesinatos.
El perfil de las víctimas del asesinato son chicas jóvenes, de no más de veinticuatro años, morenas, extranjeras y que tengan algún problema social.
Para hacerle frente al asesino, nos encontramos con una detective, Romina de nombre, un policia con un pasado que prefiere olvidar y que hace que en la actualidad no se fie ni de su sombra, Marchetti de nombre y un informático experto en ciberseguiridad, Bertín, ellos junto al resto de la policía deberán averiguar si estas desapariciones guardan algo en común o no.
En definitiva, «Busco interna» es una novela que pone de relieve hasta dónde puede llegar la locura humana y nos invita a poner el foco de atención en los más desfavorecidos.
Trata temas sociales como la inmigración, la vulnerabilidad y amores difíciles.