Opinión

Bajas calorías no es sinónimo de buena alimentación

Por Dra. Paola Urrutia, médica especialista en nutrición y obesidad, diabetóloga, endocrinóloga y miembro de Bionut Obesidad.

Con el inicio de la primavera y los días cálidos vemos en nuestros pacientes un deseo desesperado por bajar de peso. Muchos de ellos en la búsqueda por «llegar al verano» caen en dietas restrictivas que representan un riesgo para su salud.

Es importante que el foco no esté en bajar de peso sino en incorporar patrones de conducta saludables en lo que se refiere a la alimentación y a la actividad física independientemente de la estación del año en la que nos encontremos.

Para un descenso de peso saludable es importante la planificación de las comidas.

Si bien los planes de alimentación semanal con comidas predeterminadas ayudan a muchos pacientes considero que cada uno sabe lo que tiene ganas de comer según el día, la actividad o el horario. Suele pasar que si el paciente no puede cumplir con lo estrictamente indicado siente culpa al no poder cumplir o sostener lo indicado generando frustración.

El objetivo central es la adopción de hábitos de vida saludables, es decir, mantener un estilo físico activo, mejorar patrones de alimentación, trabajar sobre las emociones y el estrés que son disparadores de alteraciones de conducta alimentaria.

Existe un consenso acerca de la necesidad de disminuir las calorías en el plan dietoterápico para que resulte efectivo, no se pierde peso si no se ingieren menos calorías de las que se gastan. Hay una idea equivocada con respecto a bajar de peso, muchos pacientes piensan que comiendo poco bajaran de peso, si comemos poco gastamos poco ya que nuestro metabolismo se pone en modo ahorro. Si el paciente debe bajar de peso según su IMC (Índice de masa corporal) lo requiera primero debe ponerse en manos de profesionales capacitados para el manejo del sobrepeso y la obesidad.

No hay buenos y malos alimentos sino hábitos saludables o no saludables frente a la alimentación. Muchas veces compramos un alimento y pensamos si es bueno o malo según las calorías que tiene y ese es un error, otras veces pensamos que el éxito de un plan alimentario será en base a consumir ciertas calorías diarias; eso nos aleja de los hábitos saludables y de ser inteligentes a la hora de consumir productos. Contamos calorías pero no pensamos en los nutrientes que nos aportan esos alimentos. No pensamos si tienen fibra, grasas saturadas o ácidos grasos esenciales; en la cantidad de sodio o el aporte de alguna vitamina.

Bajas calorías no es sinónimo de buena alimentación, debemos ser consumidores inteligentes y no obsesionarnos o limitarnos a comer determinados alimentos por considerarlos «Light» o «no light». Un plan alimentario saludable no es una cuestión de cuentas sino de inteligencia.

Hay que moderar las porciones y controlar la frecuencia de los alimentos que no son tan saludables o que nos resultan más tentadores y siempre debemos recordar, aunque sea una comida sana si sobra se guarda, por esto seamos inteligentes a la hora de elegir qué, cómo, cuándo y cuánto comemos.