El asma es una afección pulmonar que está causada por una reacción alérgica. Esta enfermedad puede manifestarse tanto en el primer año de vida como durante la infancia o en la edad adulta.
El experto explica en términos generales el impacto que puede llegar a tener esta patología en niños: además de tratarse en una importante razón de absentismo escolar, también es un factor que condiciona la calidad de vida del pequeño.
Julio Masset, doctor de la compañía Cinfa, de España, habla del asma infantil como algo controlable, pero que se ha de cuidar.
El doctor Maset determina que tanto la genética como los factores ambientales pueden tener un papel en la causa de la enfermedad. Se produce cuando la exposición a ciertas sustancias provocan una respuesta inmune, una alergia, que implica una dificultad en la respiración.
Alérgenos como el pelo de los animales o los ácaros pueden ser algunos de los causantes, aunque, en la misma medida, lo pueden ser el tabaco y la contaminación.
- Tos.
- Pitos o silbidos en el pecho.
- Falta de aire
- Secreción de moco viscoso y espeso.
- Rinitis.
- Sensación de opresión o dolor en el pecho.
Es una enfermedad crónica, por lo que no tiene cura, pero perfectamente controlable. De esta forma, desde CINFA se insiste en la importancia de controlar la exposición a los alérgenos que afectan al niño, además del control ambiental y la visita al pedíatra en el caso de los chicos.
En cuanto al tratamiento farmacológico, normalmente se toma mediante inhaladores. En algunos casos, siempre en mayores de cinco años, se puede recurrir a la llamada inmunoterapia, es decir, la de desensibilización al alérgeno a partir de su administración a través de un medicamento.
Algunos consejos:
Además del tabaco, debes mantener su entorno libre de todas las sustancias que pueden empeorar su asma como pólenes, polvo, ácaros, hongos o el pelo de los animales. Para ello, la higiene y limpieza del domicilio, el cambio frecuente de ropa de cama y ventilar adecuadamente (salvo alergia al polen en las estaciones que aparece) son hábitos esenciales
Sí al deporte, pero con precaución. El ejercicio físico está recomendado en un niño asmático, porque le permite desarrollarse y aprender a controlar la respiración. No obstante, es preferible tomar algunas precauciones:
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- Comprobar que la calidad del soplo en reposo es normal
- Asegurarte de que realiza ejercicios de calentamiento y aclimatación
- Verificar que el comienzo de la actividad es progresivo
- Antes del ejercicio intenso, puede que su pediatra le recomiende inhalar un medicamento broncodilatador de acción rápida. Así mismo, siempre es recomendable (aunque el ejercicio sea de menor intensidad) llevar medicamentos de urgencia por si se produjera una crisis.