Por María Alexandra Barreto
“Chespirito: sin querer queriendo” es un drama biográfico, creado por Roberto y Paulina Gómez Fernández (hijos de Roberto Gómez Bolaños) y dirigida por David Ruíz y Rodrigo Santos. Está basada en la vida del comediante y actor mexicano Roberto Gómez Bolaños, donde cuenta sus inicios hasta la fama. Se estrenó el 5 de junio de 2025 en la plataforma HBO MAX. Son 8 episodios que se emiten cada jueves, el último capítulo se podrá ver el próximo 24 de julio.
La mini serie recorre la trayectoria de Roberto Gómez Bolaños, centrándose en su carrera como escritor, actor, director y productor. La producción explora lo que trasnciende durantela creación de sus obras más emblemáticas, como El Chavo del 8, El Chapulín Colorado, además aborda aspectos de su vida personal y el impacto duradero de su obra en el entretenimiento.
El elenco principal lo conforman: Pablo Cruz Guerrero (Roberto Gómez Bolaños de adulto), Paulina Dávila (Graciela Fernández), Bárbara López ( Margarita), Arturo Barba (Rubén Aguirre), Miguel Islas ( Ramón Valdez), Andrea Noli ( Angelines Fernández), Juan Lecanda ( Carlos Barragán), Eugenio Bartilotti (Édgar Vivar), Paola Montes de Oca ( María Antonieta de las Nieves).
Nota al Pie entrevistó a la reconocida actriz que evocó todo lo que fue participar en la mini serie mexicana, al cumplir su sueño de personificar a Angelines Fernández y al personaje de Doña Clotilde (Bruja del 71).
–¿Cómo estás viviendo el suceso de la repercusión de “Chespirito: sin querer queriendo”?
Hace un año se grabó y fue un proceso muy largo como todo lo bueno que lleva su tiempo, y estamos sintiendo las mieles del éxito, sobre todo en Latinoamérica, donde la gente está disfrutando de verla. Nos llegan muchos mensajes, tanto de Argentina, agradeciendo que se haya hecho una producción como ésta. El haber evocado el recuerdo de la infancia que tenemos todos, me honra mucho haber sido parte del proyecto, y ser parte de la añoranza.
–Tienes algunas similitudes con la vida de Angelines Fernández, ambas son europeas y además se radicaron e hicieron su carrera artística en México.
Coinciden algunos puntos que me inspiraron para sentirme cercana a ella y admirarla aún más, porque antes admiraba al personaje, pero una vez que quedé en el casting, tuve que estudiar más acerca de su vida. Me quedé impresionada de lo que vivió Angelines, fue parte del gran cine de la época de oro en México y de lo enorme actriz que era, de lo que vivió cuando estuvo en España, de tantas y tantas cosas. Busqué todas las similitudes posibles pero lo poquito que pude encontrar, de ahí me enganché para permitirme y permitirle que nos uniéramos armando este personaje, que lejos está de ser La Bruja del 71 como ella armó todo, sino como yo actúo a Angelines Fernández interpretando a La Bruja del 71. Cabe mencionar también que en esta producción no se trató de imitar, ni de copiar. Nos dieron bastante libertad para que pudiéramos aportar algo de nuestra parte creativa al personaje y eso fue maravilloso.
–¿Cómo te preparaste para personificar a Angelines Fernández y a Doña Cleotilde (La Bruja del 71)?
A la Bruja del 71, como la admiro tanto y como la caracterización me llevó de la mano, más la dirección y más el libreto, más todo lo que el contexto, me ayudó mucho a lograr llegar al personaje. En cambio con el papel de Angelines Fernández, fue mucho más difícil porque además con todo el respeto que le tengo, siempre busqué hacer una interpretación que fuera lo más cercana a lo que ella fue, sin tener tanta noción al respecto ni tanta información. Fue una tarea compleja, me costó más trabajo encontrar entrevistas que le hicieron sobre su vida.
-¿Cómo fue lograr la química con Miguel Islas que personificó a Don Ramón?
Nos queremos mucho y nos conocíamos hace años, siempre nos llevamos bien, no éramos amigos tan asiduos, pero cuando me enteré que él haría el personaje de Don Ramón , y él se enteró que yo haría de Doña Cleotilde, nos dimos un abrazo tan entrañable que a partir de ahí fue muy fácil combinar nuestros personajes, para que tuvieran esa misma química, y a la fecha seguimos siendo muy amigos, por supuesto nos queremos mucho más que antes.
–Gozas de una gran trayectoria en teatro, televisión, conducción y hasta participaste en Master Chef Celebrity México 2025, después de lograr tantas cosas en tu carrera, ¿cómo te sientes de haber participado de la “Chespirito: sin querer queriendo”?
Logré estar en la plataforma, en el nivel de producción que quería con un personaje que además para mí significa tanto por la admiración que le tengo. Realmente fue subir un piso completo, alcancé algo como actriz por lo que tantos y tantos años busqué y trabajé. Me siento muy orgullosa, privilegiada y capaz de sobrellevar algo de este calibre. Todavía sorprendida de lo que la vida me llegó a dar, de este regalo y de que a final de cuentas, logré hacerlo con mucha dignidad.
–El maquillaje y vestuario es muy importante en la caracterización de tu personaje y de los personajes de la mini serie.
Hay un equipo de caracterización impresionante, de muchísimas personas y de muchos meses de trabajo. Mari Paz Robles (“La Negra”), está a la cabeza de toda la parte de caracterización con todo su equipo. Además la diseñadora de vestuario es Annai Ramos y el diseño de producción es responsabilidad de Francisco Blanc. Los pupilentes que usé ( lentes de contacto de color) fueron pintados a manos y traídos de E.E.U.U ( Los Ángeles). Cada detalle para mejorar a los personajes fue estudiado minuciosamente. Es una labor impresionante y muy elogiable a todo lo que da.
–¿Cómo viviste la primera vez que te pusiste el traje de La Bruja del 71?
Francamente cuando me vi caracterizada, no me reconocía en el espejo, se me erizó la piel y lloré porque finalmente cumplí un sueño. De niña admiraba a la Bruja del 71 y realizar el personaje, para mí fue un gol.
–¿Cómo fue tu relación laboral con los creadores de la serie?
Tanto Roberto como su hermana, Paulina Gómez Fernández, estuvieron apoyándonos. No solamente ellos son los autores, obviamente tienen más escritores que ayudaron con todo esto, pero nunca nos soltaron de la mano, estuvieron presentes todos los días en todos los llamados, ayudándonos con consejos, con pequeños detalles, contándonos anécdotas, historias de todos los actores para resolver cualquier duda. Más allá de la serie a la fecha hay una amistad entrañable con ellos.
–¿Crees que habrá una segunda temporada de “Chespirito: sin querer queriendo”?
No lo sé, pero es lo que más quiero y cruzo los dedos para que así sea. Ojalá no haya sólo una segunda, sino que haya muchas temporadas.
–El elenco tuvo la oportunidad de compartir con María Antonieta de Las Nieves y Édgar Vivas quienes tuvieron una aparición en la serie.
Sí, los conocí y compartí con ellos un rato, en mi caso no fue como el de Paola Montes de Oca que tuvo a su lado a María Antonieta diciéndole todos los detalles de cómo tenía que hacer a la perfección el personaje de La Chilindrina. Tuve la gran fortuna de conocerlos a ambos, y fueron como unos angelitos que llegaron a dar su bendición, eso le dio un toque todavía más especial.
–En el caso de Angelines Fernández, ¿no hubo un referente que pudiese haber ido a las grabaciones o se comunicara contigo?
No, ahí no tuve esa oportunidad, sé que tiene una sola hija, Paloma Fernández, pero no hubo manera de comunicarme con ella, no se dio ese acercamiento, no porque ni yo o ella no quisiera, sino porque realmente no se dio. Me basé justamente en lo que Roberto y Paulina me decían y en los libretos. En todo el trabajo previo que hicimos con los libretos, nos retroalimentan con todas las herramientas necesarias para que como actores pudiésemos armar personajes.
“Chespirito: sin querer queriendo”, no es una producción cualquiera, no se grabó como una telenovela, se grabó más como en tipo cine, llevas una cámara especial, no tienes tres cámaras o cuatro grabando, sino que se hace una toma así, luego se hace del otro lado la contraparte, lo digo así para que lo entienda el público. Fue todo grato de principio a fin, una cosa es contarlo y otra cosa es vivirlo.