El Alzheimer es un tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento y este miércoles se conmemora su Día Mundial con el objetivo de concientizar a la población acerca de la enfermedad y centrar la atención en la importancia del diagnóstico precoz para la detección de casos, como así también en los procesos de intervención terapéutica dirigidos a la familia de los pacientes que la padecen.
Las primeras señales de la enfermedad aparecen en forma leve y progresiva, los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta que son tan graves que interfieren con las tareas cotidianas y los tratamientos van desde la prescripción de fármacos hasta la construcción de hábitos para mejorar la memoria, como hacer rompecabezas, completar crucigramas o acudir a talleres.
En Argentina hay más de 300 mil casos de personas con Alzheimer, enfermedad que afecta en su mayoría a los adultos mayores, por lo cual se recomienda que, ante la sospecha o preocupación de que esté ocurriendo un cambio en alguna de las funciones mentales, por ejemplo, memoria, orientación, capacidades en el lenguaje o síntomas en la conducta, es importante realizar una consulta a un neurólogo con experiencia en este tipo de problemas.
«Los síntomas más tempranos o de la fase inicial de la enfermedad están marcados por un deterioro progresivo de la memoria y, específicamente, de la memoria de los hechos recientes.
A veces también pueden presentarse trastornos en el hallazgo de palabras, en la toma de decisiones y en la resolución de problemas cotidianos», detalló el Dr. Juan Ollari, a cargo del Centro de Neurología Cognitiva (CeNeCo) dependiente del Servicio de Neurología del Hospital Británico de Buenos Aires.
El especialista añadió: «El paciente tiene la tendencia a no recordar las cosas más recientes, mientras que las antiguas las recuerda perfectamente. No se fija nueva información. Lo que se recomienda siempre es la consulta con un neurólogo o más específicamente con los médicos neurólogos dedicados al estudio del tratamiento de las demencias».
En cuanto a los tratamientos para tratar el Alzheimer, el médico señaló que se encuentran la farmacológica y la no farmacológica y en relación al primer aspecto, Ollari remarcó: «Desde la década del noventa existen tratamientos instituidos que incluyen drogas específicas para el trastorno de la memoria, que van a ser utilizadas según la fase de la enfermedad, ya sean estadios leves a moderados o moderados a avanzados. Hay otros fármacos en estudio que definitivamente no están en situación de aprobación».
En segundo lugar, el especialista recomienda la construcción de hábitos vinculados a mantener activa la mente: «Es importante realizar caminatas porque mejoran la circulación y la oxigenación cerebral, estimular la interacción social, realizar talleres de memoria, ejercicios en la casa como crucigramas, sudokus o sopas de letras; leer un libro o mirar una película y luego comentarlos porque eso es lo que permite procesar datos e información».