Los alimentos ultraprocesados, como los cereales y las bebidas gaseosas, se han relacionado con 32 efectos nocivos para la salud, según la mayor revisión de datos realizada hasta la fecha. Se cree que una de cada cinco muertes se debe a una dieta inadecuada.
Los alimentos ultraprocesados se definieron por primera vez hace unos 15 años para permitir a los investigadores examinar el efecto del procesamiento de los alimentos en la salud. Durante esta nueva investigación, denominada «revisión paraguas», fueron analizados numerosos estudios recientes, en los que participaron casi 10 millones de personas, con el fin de reunir gran parte de los datos disponibles para ofrecer una imagen global de cómo afectan dichos alimentos a nuestra salud.
Los resultados relacionan el consumo de grandes proporciones de comida ultraprocesada en la dieta con una mala salud y una muerte prematura por diversas afecciones, como cardiopatías, diabetes de tipo 2, obesidad y problemas de salud mental.
El nuevo estudio corrobora la relación de los alimentos ultraprocesados con una amplia variedad de enfermedades, pero sigue habiendo dudas sobre los mecanismos específicos por los que estos alimentos nos hacen enfermar.
Los ultraprocesados son productos, no alimentos; es decir, son preparaciones industriales comestibles que están elaboradas a partir de sustancias derivadas de otros alimentos. Suelen tener listas interminables de ingredientes y entre ellos se encuentran materias primas refinadas: azúcares, harinas, grasas, sal, aditivos, edulcorantes, colorantes, emulsiones, potenciadores del sabor, etc.
Además, los procedimientos de preparación y elaboración que tienen esos productos son tan perjudiciales o incluso más que los ingredientes: fritura, refinación, hidrólisis de proteínas, hidrogenación, extrusión de harinas y cereales, etc.
Productos ultraprocesados son las pizzas, hamburguesas y otros platos de comida rápida, pero también lo son otros muchos que encuentras en cualquier supermercado: refrescos y otras bebidas azucaradas o edulcoradas, cereales refinados, patatas fritas y otros snacks, golosinas, bollería, postres, lácteos azucarados o edulcorados, carnes procesadas, embutidos, galletas, platos precocinados, barritas energéticas o dietéticas, etc.
(Fuente Agencia Sputnik-ObesiMad)