El presidente Alberto Fernández regresará este viernes de su gira por Europa y no tiene prevista agenda en Casa Rosada, pero sí reuniones en la Quinta de Olivos, donde empezará a diagramar la primera reunión del Gabinete federal que se realizaría «en la Patagonia» hacia «fines de febrero».
Fuentes de la Casa Rosada, precisaron que el jefe de Estado arribará a las 9:50 al Aeropuerto Internacional de Ezeiza «Ministro Pistarini», proveniente de París en un vuelo de la aerolínea Air France.
Fernández retomará hoy el ejercicio del Poder Ejecutivo, que por unas horas quedó en manos de la presidenta provisional del Senado Claudia Ledesma Abdala, en la Residencia de Olivos, donde mantendrá «reuniones» con algunos ministros nacionales.
Las mismas fuentes detallaron que el jefe de Estado comenzará a esbozar lo que será la primera reunión del Gabinete federal «en la Patagonia», al que acudirán un «reducido grupo de ministros» orientados a las principales temáticas de la región.
De regreso a la Argentina este jueves, el mandatario deberá enfrentar el desafío del crecimiento económico para poder hacer frente a sus compromisos de pago. Pero, ¿se podrá hacer frente a esta deuda? «Esa es la pregunta del millón de dólares, pero depende de gran variedad de factores», explicó el profesor Christoph Trebesch, del Instituto para la Economía Mundial de Kiel a DW.
En cualquier caso, Argentina tendrá que renegociar su deuda. «Desde mi punto de vista, es una cuestión de tiempo que Argentina tenga que pedir una condonación de deuda», opina. «Una mera reducción de los bonos» o un alargamiento de los plazos «no va a ser suficiente», concluye.
El problema de la economía argentina es que tiene una alta dependencia de la deuda externa y es «adicta a los dólares», resume Trebesch. Y «una y otra vez se endeuda demasiado y demasiado rápido». «Argentina es un mercado emergente atípico», porque otros países mostraron también esa dependencia hacia la financiación extranjera (y pone el ejemplo de Perú o Brasil en décadas pasadas), pero consiguieron basar su crecimiento posterior en el mercado interno y en su propia divisa.