Por Paola Barreiro
Como mamá y coach deportiva, lo vi, lo sigo viendo y también lo escucho en sesiones: la actitud de los padres en la cancha impacta profundamente en la experiencia deportiva de sus hijos.
Gritar instrucciones, mostrar desaprobación o criticar en plena competencia no solo interfiere en el juego, sino que puede dejar huellas emocionales que apagan el disfrute y la motivación.
El Impacto de los Gritos
Los gritos generan nervios, presión y pérdida de confianza. En lugar de motivarlos, muchos chicos se sienten avergonzados, inseguros y desconectados del deporte que antes amaban.
El Rol que Sí Suma
Nuestro papel como padres es acompañar, sostener, confiar. Crear ese ambiente donde ellos puedan expresarse, disfrutar y aplicar lo que aprenden en cada entrenamiento.
4 Consejos para Acompañar Mejor
Escucha activa: Preguntale cómo se sintió y qué aprendió, en vez de centrarte en el resultado.
Refuerza lo positivo: Reconocé su esfuerzo, su actitud, sus ganas.
Modelá con tu ejemplo: Mostrá respeto y calma, incluso en momentos de tensión.
Fomentá su autonomía: Dejalos decidir en la cancha, eso fortalece su confianza.
Conclusión
El deporte debe ser una fuente de alegría, aprendizaje y crecimiento. Cuando acompañamos desde el respeto y el amor, nuestros hijos no solo mejoran su rendimiento, también crecen como personas seguras, libres y resilientes.
Pao Barreiro Coach Deportiva de Alto Rendimiento
Ig: @paobarreirocoach