Por Paola Barreiro
Cuando se terminan las clases, muchas rutinas cambian.Los horarios se desordenan, aparecen planes nuevos y, sin darnos cuenta, lo primero que solemos cancelar es el movimiento.
Pero hay una pregunta clave que puede cambiarlo todo: ¿lo cancelo o lo adapto?
Moverte no tiene que ser perfecto.
No necesita el mismo horario, ni la misma duración, ni el mismo formato.
Solo necesita intención.
Tal vez ya no entrenás una hora… pero sí salís a caminar.
Tal vez no vas al gimnasio… pero te movés en casa.
Adaptar es seguir eligiéndote, aun cuando el contexto cambia.
El movimiento no es una obligación.
Es una forma de cuidarte, de descargar la mente y de volver a vos.
Las clases terminan.
Tu bienestar no debería hacerlo.
@paobarreirocoach
coach deportiva