Por Gema Mañogil

Eva Moreno-Lago y su libro «Victorina Durán, una vida llamada teatro»


Por Gema Mañogil

Eva Moreno-Lago recupera a Victorina Durán , «el icono lésbico y escénico que España necesitaba».

Portada del libro cedida por Editorial Renacimiento

La profesora e investigadora sevillana Eva Moreno-Lago ha publicado Victorina Durán, una vida llamada teatro, la primera gran biografía que recupera a una de las creadoras más singulares y transgresoras de la cultura española del siglo XX en un contexto marcado por la censura y el exilio, un icono de la Generación del 27 y del movimiento de renovación escénica de su época.

En un volumen publicado por Editorial Renacimiento, Moreno-Lago rescata del olvido y retrata a una artista abiertamente lesbiana que desafió las normas de su tiempo desde la escenografía, el vestuario, la escritura y la docencia, transformando la forma de entender el teatro y la libertad femenina y cuyo legado ilumina la genealogía feminista y queer de España «a nivel de referentes internacionales como Virginia Woolf o Radclyffe Hall», según explica la autora en una entrevista con Efeminista.

Una creadora libre en tiempos adversos: A través de cartas, fotografías, figurines y documentos inéditos, Moreno-Lago traza el retrato más completo de esta artista, que vivió su independencia y su deseo como actos de resistencia frente al orden social y moral de su época. El libro revela su vida afectiva y sexual con otras mujeres, un aspecto que durante décadas fue silenciado incluso por su propia familia.

La autora desvela que durante su investigación aún encontró reticencias entre los descendientes de Durán. Al principio había familiares que no querían reconocer que su pariente era lesbiana. Algunos seguían sintiendo rechazo, aunque poco a poco fueron entendiendo que era una parte esencial de su ser.

En la biografía se narra también la historia de amor de Durán con María del Carmen Vernacci, la viuda de su sobrino asesinado en la Revolución de Asturias. Fue una relación muy tormentosa, porque la familia no la aceptó. “Con esta mujer se exilia. Y cuando se habla de exilio, casi nunca se habla del sexilio, de quienes se exilian no solo por motivos políticos, sino por una cuestión de orientación sexual. Ese fue el caso de Victorina”, relata la investigadora.

Durán vivió su orientación y su arte como gestos inseparables: escribió en su autobiografía que era feliz y que debía hablar del amor entre mujeres. Para Moreno-Lago, esto demuestra que fue feliz, plena, y que el amor y la creación fueron los espacios donde más libre se sintió.

La biografía recupera, además, su papel en el movimiento de renovación escénica de los años veinte y treinta. Imborrable su relación con el Lyceum Club, la Residencia de Señoritas y las grandes figuras del teatro republicano como Margarita Xirgu y Cipriano Rivas Cherif.

Antes del exilio, formó parte del Madrid más inquieto y vanguardista, donde compartió escena y amistad con Lorca. Tras su asesinato al mes de estallar la Guerra Civil, ella es consciente de que ser homosexual era un riesgo considerable y esa conciencia la empujó a marcharse, sabiendo que en la España que nacía no había lugar para una mujer como ella, independiente, republicana y abiertamente lesbiana.

Del Madrid vanguardista al exilio argentino: El libro recorre la formación de Durán en la Escuela de Bellas Artes, su participación en el Teatro Escuela de Arte y su exilio a Argentina tras la Guerra Civil, donde desarrolló una brillante carrera en el Teatro Colón y otras compañías hasta su regreso a España en los años sesenta.

Su biografía rescata no solo a una creadora exiliada sino también a una mujer que reivindicó el placer, la inteligencia y la autonomía femenina en un mundo que las negaba, ofreciendo un testimonio único sobre las redes afectivas y creativas que sostuvieron la cultura española en el exilio.

Moreno-Lago ha subrayado que el exilio la salvó personal y profesionalmente, porque su vida en la España de los años cuarenta y cincuenta se hubiera visto truncada. Durante la Segunda República, Durán vivió su mayor esplendor artístico, trabajando con grandes figuras como Margarita Xirgu, Irene López Heredia o Lola Membrives. «Era una época de una actividad frenética», ha señalado.

Ya en Buenos Aires, encontró un espacio de libertad creativa y afectiva. “Allí pudo continuar con las mismas compañías, incluso experimentar con proyectos que en España habrían sido imposibles”, señala la autora. Una de esas iniciativas fue una compañía formada solo por mujeres, en la que todas interpretarían papeles masculinos y femeninos. “Les cortó el pelo, las vistió, diseñó los trajes… pero no les permitieron estrenar la obra. Aun así, demuestra cómo esas mujeres seguían experimentando con el arte y con su identidad”, explica.

El exilio permitió a Durán y a otras creadoras “prosperar profesionalmente y seguir explorando nuevas posibilidades de ser mujeres libres y creadoras, algo que una España cerrada y moralista les habría negado”, precisa.

La autora ha subrayado que escribir sobre Victorina Durán es un acto de memoria y también de justicia, un modo de fortalecer las genealogías de las mujeres que hicieron posible la modernidad cultural desde los márgenes y que fueron borradas por la dictadura y los relatos dominantes.

 

Su estudio, respaldado por investigadoras como Tània Balló y Nuria Capdevila-Argüelles, aporta una nueva mirada sobre la historia del teatro español y lo hace desde la intersección entre arte y género. Reconoce que lo más difícil fue “abarcar una vida tan rica y prolífica. Victorina es inabarcable”, confiesa. “He tenido que dejar fuera mucha documentación, porque necesitaría varios volúmenes. Pero creo que el libro logra reflejar su fuerza, su libertad y su valentía”.

Doctora en Estudios Filológicos y profesora en la Universidad de Sevilla, Moreno-Lago ha dedicado su carrera a la recuperación de las escritoras y creadoras de la Edad de Plata, con títulos como Hijas de España o A teatro descubierto, donde editó por primera vez los textos dramáticos inéditos de Durán. Su trabajo ha sido reconocido con el Premio María Moliner de Innovación Docente y el Premio Mujer e Investigación del Ayuntamiento de Sevilla.

La autora ha recordado que su interés por estas mujeres nació de la necesidad de llenar un vacío. “Había una falta de referentes femeninos en el mundo del teatro que no fuesen actrices. Tenemos muchas actrices, pero apenas directoras, escenógrafas o figurinistas. Se ha mutilado nuestra historia, impidiendo que conozcamos a nuestras creadoras y lo que aportaron a la cultura”, recuerda.

Escritos autobiográficos y poemas inéditos: La faceta literaria de Victorina Durán sigue siendo muy desconocida. Moreno-Lago ha destacado que escribió poesía y textos autobiográficos donde volcó su mirada más íntima sobre el amor y la libertad. Muchos de esos materiales permanecen inéditos, esperando a ser leídos con la atención que merecen. La investigadora ha cedido a Efeminista este poema inédito, donde resume con claridad cómo entendía Durán el amor entre mujeres, como deseo y como afirmación vital.

La publicación de Victorina Durán, una vida llamada teatro ha iniciado en noviembre una gira de presentaciones por España con encuentros en Sevilla, Madrid, Gijón, Cáceres y Barcelona, en un recorrido que busca devolver a la escena pública a una mujer que hizo del teatro una forma de libertad. “Sí, si te quiero no me hagas parar a meditar por qué, yo solo siento el deseo de que sepas la verdad”, postula Durán en un fragmento inédito de sus escritos.

Moreno-Lago ha resumido el espíritu que atraviesa tanto su libro como su investigación y ha recordado que Victorina nos enseña actualmente que el arte, la valentía y el deseo también son formas de resistencia.

Fuente EFE (efeminista.com)

Portada; La autora de ‘Victorina Durán, una vida llamada teatro’, Eva Moreno-Lago. Fotografía cedida por Editorial Renacimiento