Opinión de Marisa Plano

Educar las emociones en tiempos de incertidumbre


Por Marisa Plano*

Hoy vivimos en un mundo acelerado, llenos de cambios y presiones que impactan directamente en cómo las personas sienten, reaccionan y aprenden. Por eso, cuando hablo de educación emocional, lo hago desde una certeza: SIN BIENESTAR EMOCIONAL, NO HAY APRENDIZAJE POSIBLE.

La escuela ya no puede ocuparse solo de los contenidos, necesita mirar a cada estudiante como un ser completo: con miedos , ilusiones, frustraciones y sueños . Educar las emociones es ayudar a reconocer lo que sentimos, ponerlo en palabras y aprender a gestionar sin dañarnos ni dañar a otros.

También creo que los docentes cumplen un papel esencial, ellos sostienen, escuchan y acompañan procesos que muchas veces son invisibles. Por eso necesitan herramientas, formación y espacios propios de cuidado emocional. Solo así pueden acompañar a otros desde un lugar sólido.

La educación emocional no es un añadido: es parte central del desarrollo humano. Cuando la comunidad educativa -familia, escuela y profesionales- lo comprende , mejora la convivencia, se fortalece la autoestima y aparece algo que hoy necesitamos más que nunca: ESPERANZA.

En tiempos de incertidumbre, educar emociones no solo prepara para el futuro, TAMBIÉN SOSTIENE EL PRESENTE y nos ayuda a construir un camino más humano y más consciente. Y lo digo desde mi experiencia y desde mi alma : educar emociones es acompañar a las personas a sostenerse cuando el mundo tambalea, ES ENSEÑARLES A NO ABANDONARSE.

*Lic. en Ciencias de la Educación

Foto portada sitio conmishijos.com