Por Marisa Plano
La convivencia escolar se construye a través de las relaciones que se producen entre todas las personas que forman parte de la comunidad educativa. Será positiva si es construcción se realiza desde el respeto, la aceptación de las diferencias y de las opiniones de todos en un plano de igualdad.
La convivencia escolar se ha definido como el conjunto de formas de interacción de los miembros de la comunidad, las cuales son dinámicas y suceden en los distintos espacios y procesos escolares; estas pueden generar entornos positivos pero también negativos.
Para ello, es fundamental destacar como valores fundamentales para la convivencia: el respeto, la responsabilidad, la corresponsabilidad social, la honestidad, la solidaridad, la generosidad, la participación, la comunicación y el diálogo.
La educación a lo largo de la vida se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser. Aprender a conocer, cambiando una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos de un pequeño número de materias.
Es importante señalar que la convivencia escolar permite el desarrollo integral de los niños y jóvenes en su proceso de integración a la vida social, en la participación responsable en la vida ciudadana y en el desarrollo de su propio proyecto.
Recordemos que la convivencia escolar es uno de los aspectos fundamentales para el bienestar de los integrantes de la comunidad educativa, su adecuada gestión permite mejorar el rendimiento académico y fortalecer la calidad de los aprendizajes.
Una escuela que acepta a cada uno como es y le brinda la participación en sus proyectos es una escuela que enseña a vivir en una convivencia armoniosa y empática.
Foto portada: educrea.cl
Marisa Plano
Lic. en Ciencias de la Educación