Por Sofía Dalonse – El primer semestre del año fue dificultoso para Taller Protegido Rosario. Con 39 años de trayectoria, la institución que trabaja para brindar asistencia e inclusión a personas con discapacidad, actualmente atraviesa un momento difícil y necesita de la solidaridad de la comunidad para seguir funcionando.
La asociación civil alberga a más de 30 personas con discapacidad que realizan diversas actividades laborales, como la confección y venta de bolsas de polietileno, utilizando materiales reciclables.
Bajo la dirección de Sabrina Gatti, busca ofrecer a sus trabajadores un espacio de trabajo donde puedan desarrollar habilidades laborales y adquirir experiencia para su futura inserción en empleos competitivos. En diálogo con CLG, dio detalles del suceso que recientemente golpeó al taller y profundizó sobre el momento crítico que están atravesando.
En este sentido, indicó que desde la semana pasada estaban haciendo lentamente la mudanza a un nuevo lugar ya que el edificio donde históricamente funcionaba, ubicado en 9 de julio 340, sufrió grandes destrozos hace dos meses como consecuencia de una fuerte tormenta.
En este contexto, el domingo pasado al mediodía recibió un mensaje que generó preocupación, bronca y tristeza: «Alrededor de las 13.30 nos envían un video por Instagram que mostraba que estaban llevando cosas en bicicleta del espacio».
Según relató, logró acercarse al lugar alrededor de las tres de la tarde: «Estaba el corralito de chapa que cercaba la institución abierto de un lado y la puerta totalmente barreteada, abierta de par en par. Haciendo una inspección ocular, lo que pudimos ver es el robo de un horno eléctrico, soldadora, sierra de banco nueva, computadoras, una olla enorme como la que se usan en los comedores».
Y continuó: «Revolvieron todo, hicieron del caos que había un caos mayor. Bolsa que vieron, la abrieron. Lo mismo con los cajones. Bolsas de ropa y juguetes que teníamos guardadas y clasificadas para donar también se las llevaron, así como una valija con distintas pertenencias».
Sabrina Gatti es terapista ocupacional y hace 29 años que trabaja en el taller. Si bien siempre saca de donde no tiene la fortaleza para salir adelante, esta vez expresó que se encuentra devastada: «La sensación es de impotencia e indignación; un hecho a plena luz del día que se podría haber evitado».
Al concluir, comentó que están retomando la tarea y convocó a colaborar: «Estamos tratando de volver a empezar. Estábamos haciendo la mudanza al nuevo lugar, ubicado en Viamonte 565, con el grupito de trabajadores y la supervisora que está con los pedidos del mes, contestando mensajes de WhatsApp, redes y mails. Tenemos que activar nuevamente la parte comercial para salir otra vez adelante, ya que es el único ingreso económico que tiene el taller«.
Para colaborar: Taller Protegido Rosario (Instagram, Facebook y Tik Tok).