Por Carolina Winograd- Experta en Yoga facial y wellness
Hay muchas formas de empezar el día. Pero no todas encienden tu energía de verdad.
¿Sabés qué puede hacerlo? Estos 3 masajes activadores inspirados en la Medicina Tradicional China, que no sólo te ayudarán a despertar el cuerpo, sino también tu presencia, tu fuerza, y tu vitalidad.
1. Masaje en Riñón 1 – Anclaje, Fuerza y Presencia
Este punto, llamado Yong Quan (“Fuente Burbujeante”), está ubicado en la planta del pie, justo entre el segundo y tercer metatarsiano. Es el primer punto del canal energético de Riñón y se considera una puerta de entrada a tu energía vital.
Presiona el punto con firmeza haciendo movimientos circulares con el pulgar o con los nudillos durante 1 minuto en cada pie. Vas a sentir calor, arraigo, solidez. Ideal si te levantás dispersa, sin foco, o si estás pasando por momentos de miedo, inseguridad o agotamiento.
Activar este punto es como plantar raíces: te ayuda a centrarte, a enraizarte, a conectar con tu eje.
2. Activación del cinturón energético Dai Mai – Liberación y Expansión
El Dai Mai es el único canal horizontal y funciona como un cinturón que conecta la parte superior del cuerpo con la inferior. Cuando está bloqueado, solemos sentirnos «cortadas al medio», desconectadas o tensas en la zona abdominal y lumbar. Y, además, solemos acumular allí más grasa, sobre todo transitando la perimenopausia o postmenopausia.
Llevá tus manos a la cintura, colocando los pulgares por detrás y el resto de los dedos adelante en diagonal hacia el ombligo. Desde allí masajeá hacia afuera, como si estuvieras pellizcándote con toda la mando durante 2 minutos, respirando profundo.
Este masaje libera tensiones, activa la circulación, mejora la digestión y ayuda a equilibrar emociones retenidas. Es perfecto para quienes sienten que cargan con “peso emocional” o rigidez interna.
3. Punto sobre los trapecios – Alivio y Ligereza
Este punto, conocido como Jian Jing (VB21), está en el centro del trapecio, entre el cuello y el hombro. Es una zona clave donde se acumula tensión, cansancio mental y carga emocional.
Con las yemas de los dedos, hacé presiones rítmicas o pequeños golpeteos durante 1 o 2 minutos. También podés usar los nudillos para hacer fricciones desde el cuello hacia el hombro.
Evitá este último punto si estás embarazada.
Este masaje libera el cuello, despeja la cabeza y activa los ganglios linfáticos, ayudando al drenaje natural del cuerpo. Vas a sentir cómo se aligera el peso de la mañana, cómo se abre el pecho… y hasta puede mejorar tu ánimo al instante.
Bonus: si acompañás estos masajes con una respiración lenta y profunda (por ejemplo, inhalando en 2 tiempos y exhalando en 4 tiempos), el efecto se multiplica.
Aunque tengas poco tiempo, regalate al menos un momento de conexión con vos. Porque cuando tus manos te tocan con intención y en los lugares correctos, todo cambia: se activa el cuerpo, se ordena la mente y se enciende el día de otra manera.