En el Mes Mundial de Concientización del Cáncer de Mama, la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC), invita a usar medias rosas, símbolo de cuidado y protección, con el fin de que todas las mujeres recuerden que, si bien el autoexamen es importante, hacerse la mamografía anual es el método más eficaz de detección temprana del cáncer de mama.
El total de lo recaudado en esta campaña será destinado a la realización de mamografías gratuitas para mujeres en edad de riesgo y que no tengan cobertura médica.
El Dr. Carlos Silva, director médico y coordinador del área de acompañamiento al paciente de LALCEC, explica que: «El cáncer de mama es altamente curable en estadios tempranos. En estadios avanzados se puede alcanzar largas sobrevidas y cada vez son más largas debido al advenimiento continuo de nuevas terapias».
En el año 2022 se registraron 5.750 muertes por cáncer de mama con una tasa bruta de mortalidad de 24.4 por 100.000 mujeres. Este riesgo aumenta con la edad, siendo de 151.6 cada 100.000 mujeres mayores de 80 años. (Instituto Nacional del Cáncer). La tasa de fallecimientos en nuestro país viene disminuyendo 1% por año desde el 2002 al 2022.
«El cáncer de mama es uno de los cánceres más comunes entre las mujeres. Ocurre por la proliferación de células de la glándula mamaria transformadas, por alteraciones genéticas, en células con comportamiento maligno. Si bien este tipo de tumor se desarrolla predominantemente en mujeres, puede también presentarse, con mucha menos frecuencia, en hombres ya que también tienen tejido mamario, aunque en una cantidad sustancialmente menor», comenta el Dr. Silva.
Los síntomas que puede presentar son: un bulto que se siente diferente del resto de la mama, cambios en la forma de la mama o el tamaño, aparición de engrosamiento de la piel como si fuera la cáscara de una naranja, hundimiento del pezón, descamación o pequeñas ampollas en la areola, cambios de color por enrojecimiento de la mama, derrame sanguinolento de líquido por el pezón, factores de riesgo y ser mujer.
«También debemos tomar en cuenta los antecedentes de la persona –continúa Silva-, por lo que es fundamental hacer mamografía y ecografía mamaria según lo indicado por el médico, evaluando antecedentes personales y familiares para determinar la edad de inicio de dichos estudios», y enumera: «ya haber tenido cáncer en una mama; Antecedentes familiares a temprana edad; inicio de los períodos menstruales antes de los 12 años o menopausia después de los 55 años; antecedentes personales de hiperplasia atípica o carcinoma lobulillar in situ, consumo de alcohol, edad avanzada, cambios hereditarios en el ADN, obesidad y exposición a la radiación».
«Los hábitos que se deben adoptar para prevenirlo tienen que ver con hacerse el autoexamen mamario (esto no reemplaza la consulta médica periódica ni otros exámenes), tener una dieta balanceada, evitar el sobrepeso, hacer actividad física y beber alcohol con moderación», finaliza Silva.
Desde LALCEC, se recomienda que desde los 40 años las mujeres se realicen al menos una mamografía cada dos años, junto a un examen físico de las mamas por parte de un profesional de la salud. En los casos de las mujeres menores de 40 años deben consultar con su médico acerca de la conveniencia de hacer o no una mamografía.