Una mujer de Nueva Jersey (EE. UU.) de 54 años, Lisa Pisano, fue la primer persona a la que se le implantó una bomba cardiaca junto con un riñón y un timo procedentes de un cerdo. La operación fue realizada en el hospital de la Universidad de Nueva York Y este caso es, además, el segundo de personas a la que se le ha trasplantado un riñón procedente de un cerdo modificado genéticamente, informó la cadena pública estadounidense NPR.
«No me había sentido tan bien en años», dijo a NPR Lisa Pisano, la paciente trasplantada en el hospital de la Universidad de Nueva York. Pisano es la primera mujer que recibe un órgano porcino, y a diferencia de los experimentos anteriores con xenotrasplantes, padecía de insuficiencia renal y cardíaca. Sufrió un paro cardíaco y fue necesario resucitarla antes de las operaciones experimentales. Estaba tan débil que no podía jugar con sus nietos. “Me sentía miserable”, dijo la paciente.
La insuficiencia cardíaca le impedía recibir un trasplante tradicional de riñón. Pero como le hacían diálisis, tampoco podía recibir una bomba cardíaca, llamada dispositivo de asistencia ventricular o VAD. Hasta que los cirujanos decidieron aparear una bomba cardíaca con un riñón de cerdo.
A Pisano también se le implantó un timo del mismo cerdo genéticamente modificado para ayudar a evitar que su cuerpo rechace el riñón, así como una bomba para reforzar su corazón debilitado, explicó el medio estadounidense.
«Estoy asombrada», dijo Pisano durante una entrevista junto a su cama días antes de que se anunciara públicamente su trasplante de riñón. «Estoy absolutamente sorprendida de que haya sido una opción para mí. Porque ni siquiera pensé que tuviera esa opción», dijo.
El trasplante de Pisano es el último avance de la ciencia para utilizar cerdos genéticamente modificados con lo que se intenta resolver la escasez de órganos para trasplantes.
«Estamos en un nuevo universo en materia de trasplantes», afirmó el médico Robert Montgomery, que dirige el Instituto Langone de Trasplantes de la Universidad de Nueva York, donde se realizó la operación. «Esta sería una fuente sostenible e ilimitada de órganos. Esto sería transformador», agregó en declaraciones al citado medio.
Cuando Pisano llegó al hospital, le faltaban semanas, tal vez incluso días, para morir, dijo Montgomery. Años de diabetes le habían cobrado un precio terrible. Había sufrido múltiples ataques cardíacos y estaba en diálisis para compensar la insuficiencia renal.
«Su riñón está funcionando mejor que el suyo o el mío. Así que somos optimistas de que podrá volver a casa y pasar tiempo con sus hijos y nietos y vivir una vida cómoda», dijo Montgomery en la entrevista concedida a NPR.
Fuente DW