La salud de la mujer es mucho más cambiante que la del hombre. Muchas épocas están marcadas, por ejemplo, por la menstruación o por la menopausia que comprende cambios en la salud y en el cuerpo. Y para algunas, la salud también puede estar relacionada con los embarazos, el parto, el postparto…
Por ello, la salud de la mujer es menos lineal que la del hombre, se puede dividir en ciclos, períodos o etapas y comprende muchos más factores.
Cuando hablamos de salud de la mujer hablamos de aquellas enfermedades, factores o riesgos que solo están relacionados con el cuerpo femenino. Por ejemplo, aunque las mujeres puedan ser tan propensas como los hombres a sufrir el síndrome del intestino irritable, cuando se habla de la salud de la mujer, se mencionan otros riesgos y problemas como la depresión postparto, el síndrome premenstrual u operaciones como la lumpectomía.
No todas las mujeres pasan por las mismas etapas, por ejemplo, no todas las mujeres tienen un embarazo y dan a luz un hijo. Pero sí todas tienen la menarca (menarquia) o primera menstruación y la menopausia, con el consiguiente cambio hormonal y alteraciones de la salud física y mental que provoca.
Además, las mujeres son más propensas a sufrir, por ejemplo, los llamados cánceres ginecológicos, como el cáncer de cuello uterino, ovarios, útero, vagina y vulva. Sabiendo esto es importante prevenir y conocer los síntomas de los tipos de cáncer que más afectan a las mujeres.
Por lo tanto, siempre es recomendable contar con médicos, especialistas, centros sanitarios o seguros que se centren en la salud femenina.
A partir de los 11 o 12 años de edad puede aparecer el síndrome premenstrual o menstrual, es decir, cambios hormonales y alteraciones físicas que en ocasiones pueden llegar a hacerse muy molestos y que ocurren antes o durante el sangrado. Esta afección menstrual de molestias relacionadas con la menstruación se conoce como dismenorrea y puede incluir:
Calambres severos
Dolor de espalda
Dolor abdominal
Dolor de cabeza
Senos hinchados
Mareos
Acné
Fatiga
Vómitos y diarrea
Además, son comunes también los cambios de humor, la irritabilidad y los problemas de concentración o de sueño.
Aunque en muchas mujeres estos síntomas son más livianos y no duran más de uno o dos días, hay mujeres que los sufren durante más de una semana y pueden incluso desmayarse. Por estos motivos es importante acudir a un especialista cuanto antes para que pueda ayudar a mitigar algunos de los síntomas.
En muchas mujeres, el síndrome menstrual es más fuerte durante los primeros años y luego los síntomas se reducen.
Por otro lado, existe también el síndrome menstrual disfórico o síndrome premenstrual disfórico en los que la mujer presenta una gran inestabilidad emocional, extrema irritabilidad e incluso comportamiento antisocial.
No se conocen con certeza las causas, pero estas podrían ser algunas: sobrepeso, antecedentes familiares, problemas de tiroides, abuso de alcohol…
Desde los 18 o 20 años de edad es conveniente acudir al ginecólogo. También cuando se mantienen las primeras relaciones sexuales o la mujer es activa sexualmente. El principal motivo es un simple control o chequeo que incluye citologías y el exudado vaginal.
La primera sirve para detectar el cáncer de cuello de útero, aunque la edad media a la que se detecta es a los 35 años. La segunda sirve para conocer la salud vaginal de la mujer así como posibles infecciones, virus o enfermedades de transmisión sexual.
Es recomendable acudir a estas citas cada año o cada dos años.
Fuente de información: bupasalud.com