El dramaturgo y director de teatro Alejandro Tantanian y la actriz Marilú Marini conversarán en el porteño museo Malba sobre la adaptación teatral de «El corazón del daño», novela de la escritora y traductora María Negroni que va por su novena edición y que tras su exitoso paso por España se presentará en el Teatro Picadero de la ciudad de Buenos Aires, el próximo 17 de enero.
La charla será el 29 de enero a las 19 en el Auditorio del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, ubicado en avenida Figueroa Alcorta 3415, donde Tantanian y Marini se referirán como lectores a la obra de Negroni, que, entre muchas otras cosas, narra el complejo universo afectivo entre una hija y su madre.
En esa novela, bajo el velo del registro autobiográfico, la narradora hilvana recuerdos, observaciones y citas que construyen una aguda mirada sobre los vínculos personales y es sobre ese entramado en que Tantanian y Marini no solo conversarán, sino que la actriz interpretará fragmentos de la obra de teatro que comparte título con la novela.
Con entrada gratuita hasta completar capacidad de sala, la charla girará en torno a una producción que, tanto en el teatro como en la literatura, escapa a encasillamientos y clasificaciones y logra desplegar las dimensiones de una mujer al asumirse como escritora.
Publicada en 2021 por Penguin Random House, entre los lectores a los que llegó «El corazón del daño» estaba Tantanian, quien supo al terminarla que iba a llevarla al escenario y que, con el visto bueno de Negroni, puso en marcha la adaptación, a partir de lecturas, selección de fragmentos y revisiones del texto.
Un proceso en el que a Negroni le preocupaba que su novela no sólo se transformara «en una obra sobre la relación entre una madre y una hija» porque, aseguró a Télam, «el libro es eso y muchísimo más», y para quien finalmente «eso» en que «se transformó» la novela «está muy bien».
«No hay una sola cosa que esté cambiada, se nota el trabajo con la lengua», afirmó la escritora en la charla que hace pocos días mantuvo con esta agencia, para quien su madre «siempre fue la dueña del lenguaje» y quien definió a la literatura como «una forma elegante del rencor», una de las formas que Marini asumirá en el monólogo que durante ocho únicas semanas estará próximamente en cartel.