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Carla Quevedo se sumerge en el mundo de las sectas en «Frágiles»

La actriz Carla Quevedo, reconocida por sus papeles en la ganadora del Oscar «El secreto de sus ojos» y en la miniserie «Monzón», es la protagonista de «Frágiles», nuevo thriller del dúo conformado por Diego Palacio y Nacho Viale sobre una joven abogada que redescubre su pasado mediante un crimen relacionado con una secta, y que estrenará este jueves en el servicio On Demand de Flow.

«Es una temática que tiene un montón de aristas en lo vincular, en lo social, en lo económico, y que me parecía súper rico para investigar y para dar a conocer», aseguró la intérprete en charla con Télam y de cara al lanzamiento de la tira producida por StoryLab, que se suma al ya copioso catálogo nacional que la plataforma construyó durante los últimos años.

En «Frágiles», Quevedo -que el año pasado apareció en series como «Iosi, el espía arrepentido» y «Robo mundial» y en el filme «Ecos de un crimen»- es Olivia Grecco, la asistente de un fiscal español que tiene a su cargo la búsqueda de la hija del presidente del Tribunal Supremo del país ibérico, de la cual no se supo más nada a poco de su llegada a la Argentina para un viaje mochilero.

Cuando repentinamente la chica aparece viva en una localidad remota y cerca de la Patagonia, Olivia vuelve a su Argentina natal después de dos décadas de su partida para avanzar con la causa, aunque todo la conduce al mismo punto que siempre fue una incógnita en su vida: el lugar donde nació y donde murió su madre cuando era chiquita.

Se trata de la comunidad mesiánica de El Destino, surgida a fines de los años 90 y donde líderes y fanáticos conviven en un ambiente en apariencia pacífico, fachada de un pasado escalofriante y perverso en el que están involucrados Camilo (Ludovico Di Santo) y Eugenio Goya (Luciano Cáceres), hermanos y principales encargados del culto.

Tras ponerse en contacto, Olivia intentará descubrir la verdadera causa del fallecimiento de su madre, desatando una peligrosa pesquisa que también terminará envolviendo a Román Macías (Andrés Gil), un joven nacido y criado dentro de la comunidad que resuelve echar luz sobre los armados de la secta luego de que su padre adoptivo apareciera calcinado dentro de su camioneta en las afueras del terreno.

«Olivia va a tener una dificultad enorme para balancear su vida profesional y sus decisiones profesionales con su vida personal. Creo que nos pasa a todos en mayor o menor medida, pero en su caso esas dos cosas llegan a un punto en el que realmente le va a ser muy difícil tomar un camino», contó Quevedo sobre el recorrido de su personaje en la serie.

Y en ese sentido, agregó: «Va a ser un baile, porque desde el principio tiene un presentimiento, un llamado mayor, donde entiende que hay algo que tiene que ver con ella, pero no lo sabe a nivel consciente. A medida que avanza, encuentra un montón de información que la va a afectar a ella y va a afectar su proceder. Tiene un arco muy interesante».

En vísperas de su lanzamiento, la actriz conversó con esta agencia sobre la serie en la que también comparte elenco con Malena Sánchez, Rafael Spregelburd, Guillermo Arengo, Julián Cerati, Ana Celentano, Emilia Claudeville, Daryna Butryk, Mora Segade y la actriz española Alba Iturrioz, así como con la cantante Sandra Mihanovich en una aparición especial.

Télam: ¿Cómo te acercaste al proyecto?

Carla Quevedo: Cuando me acercaron la propuesta primero me junté a charlar con Diego (Palacio) y Nacho (Viale), y en cuanto a empezaron a hablarme del proyecto, que me lo comentaron antes de contarme sobre el personaje, dije «estoy, me interesa». No se han hecho demasiadas ficciones en torno a las sectas, y menos acá, y es un tema que tiene un montón de aristas en lo vincular, en lo social, en lo económico, y que me parecía súper rico para investigar, para dar a conocer. Y es algo que nunca había hecho, tuve mi primera experiencia haciendo género el año pasado, con «Ecos de un crimen», pero en este caso, al ser una serie, el desarrollo del personaje es más largo, y era un desafío.

T: Hablando de investigar, ¿por dónde entraste a esta temática? ¿Qué aprendiste de ese mundo?

CQ: Primero fue confiar mucho en el laburo que se venía haciendo hacía varios años con el proyecto, y después yo miré muchas series, documentales sobre todo, y escuché testimonios de gente que había pasado por ahí. Para mí lo más difícil de comprender o de poder habitar como actriz era la pregunta de si a mí podría pasarme, y la respuesta es sí. Me podría pasar a mí, le podría pasar a cualquiera, así que hay que pensarlo no para revictimizar, porque escuchando los relatos de la gente que estuvo en una secta te das cuenta de lo sutil que es el trabajo de manipulación, y cómo realmente para el momento en que se dan cuenta de que algo no está bien, ya están adentro.

T: «Frágiles» se suma al catálogo de Flow, uno de los principales jugadores locales del streaming. ¿Cómo ves el panorama de la producción en Argentina?

CQ: Hubo un repunte interesante posterior a la pandemia, pero creo que así como llegaron y se instalaron, algunas plataformas también se empezaron a retirar. Ahora está más tranquilo, aunque la situación económica afecta a todas las industrias y obviamente al audiovisual también, por eso siempre me considero una afortunada por tener trabajo. Tenemos un material cultural enorme en Argentina, que se requiere en todas partes del mundo, y está bueno que eso se fomente para acá adentro también y que el talento no se fugue al exterior. Para mí está buenísimo que haya producción nacional, y siempre voy a alentarla y consumirla.