Hay pruebas sólidas de que el sedentarismo aumenta el riesgo de muerte sobre todo por enfermedades cardiovasculares. A pesar de ello, al menos una cuarta parte de la población mundial no realiza suficiente actividad física y, según la Organización Mundial de la Salud, más de 3,2 millones de personas mueren al año por causas relacionadas con la falta de movimiento.
Generalmente, se cree que para mantener un nivel normal de actividad hay que caminar 10.000 pasos al día, preferiblemente a paso ligero. Pero los científicos ahora han dicho que con menos pasos es posible conseguir un efecto positivo.
Un nuevo estudio realizado por médicos estadounidenses y polacos ha demostrado que entre 4.000 y 5.000 pasos bastan para reducir el riesgo de muerte. Así se describe en un artículo publicado en la revista European Journal of Preventive Cardiology.
El profesor Maciej Banach, de la Universidad Médica de Lodz, y sus colegas realizaron un metaanálisis en el que resumieron los datos de 17 trabajos científicos anteriores sobre este tema. En total, abarcaron a casi 227.000 personas de ambos sexos de una edad media de 64 años, en las que evaluaron la relación entre el número de pasos y el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y otras causas. Téngase en cuenta que estos estudios no hablan de relaciones causales, sino que solo indican una correlación.
El trabajo demostró que aumentar en 500 el número medio de pasos diarios reducía hasta en un 7% el riesgo de morir por problemas cardiovasculares, mientras que 1.000 pasos reducían en un 15% el riesgo de muerte por cualquier causa. Sin embargo, los beneficios sustanciales de caminar empiezan a un nivel mucho más bajo de lo que se pensaba.
Se observó un efecto notable en la reducción de la mortalidad por cualquier causa a partir de 3.967 pasos al día, y de 2.337 pasos al día en el caso de las enfermedades cardiovasculares. Al mismo tiempo, los efectos de caminar fueron más notables en las personas menores de 60 años. Su tasa de mortalidad era un 49% inferior con 7.000-13.000 pasos diarios. Mientras que para las personas mayores, entre 6.000 a 10.000 pasos diarios correspondían a una reducción de la mortalidad del 42%.