El show de La renga convocó anoche a miles de fans que llenaron el estadio de Newells. Hubo un fuerte operativo de seguridad y la policía detuvo a varios cuidacoches o trapitos, alrededor de 16, con lo que se quiso evitar el abuso producido días pasados cuando cobraban nada menos que hasta 1.000 pesos en el recital de Tini a las personas que dejaron estacionados sus vehículos en la zona.
Algarabía, éxtasis musical y cantos de la multitud acompañaron las canciones de la ya mítica banda argentina. Para sus seguidores una noche inolvidable.
La música se sintió fundamentalmente en las casas y edificios de los alrededores del Parque, como era de esperarse, aunque el sonido llegó hasta gran parte del centro rosarino como un mensaje del hard rock con reminiscencias del blue.