El talento: «hay quienes parecen haber nacido para dedicarse a algo en particular»

Por Natalia Menèndez Martínez

Psicóloga-España

A lo largo de la historia son muchas las personas que han dejado huella gracias a poseer talentos excepcionales. Artistas, músicos, científicos, escritores… Personas con un desempeño brillante en ciertas áreas que consiguieron sorprender al mundo con su destreza innata. Aunque todos nosotros podemos llegar a adquirir y perfeccionar habilidades con trabajo y esfuerzo, lo cierto es que solo unos pocos nacen con esa dotación sobrenatural para desenvolverse en determinadas actividades.

En cierta manera, hay quienes parecen haber nacido para dedicarse a algo en particular, pues desde edades tempranas manifiestan una capacidad específica especialmente desarrollada. El estudio del talento y de cómo aprovecharlo al máximo es un ámbito muy interesante en psicología. Tanto los talentos naturales como aquellos que se consiguen con trabajo y constancia son el motor de los avances que se consiguen en la sociedad.

Gracias a ellos se elaboran obras de arte que nos emocionan, se descubren nuevos tratamientos para las enfermedades que nos aquejan o se modernizan las infraestructuras en las que vivimos, entre otros muchos ejemplos. Así, el estudio del talento genera gran interés, pues este es el elemento que subyace a formas de comportamiento que nos permiten mejorar nuestra vida. En este artículo vamos a hablar acerca de qué es el talento y qué tipos de talento existen.

El talento se puede definir de manera muy general como la habilidad innata para destacar en uno o varios ámbitos. El origen de la palabra talento se encuentra en el término talanton, que en la Antigua Grecia hacía referencia a la unidad monetaria más alta. Así, el origen de este concepto tiene que ver con la riqueza. Las personas que poseen talentos son individuos ricos en materia de habilidades, pues se desenvuelven de manera brillante en determinadas tareas o áreas de conocimiento.

En el ámbito de la psicología, el concepto de talento está estrechamente relacionado con la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner. De acuerdo con esta propuesta, no existe una inteligencia única, sino que hay varios tipos diferentes. Así, cada individuo posee un área en la que destaca sobre las demás, lo que hace que la inteligencia se manifiesta de formas diferentes en cada uno de nosotros.

Aunque hay quienes sobresalen en el desempeño lógico y matemático, otros tienden a destacar en el plano musical, lingüístico, deportivo…De esta manera, se podría decir que todos somos potencialmente talentosos en algún área de actividad, aunque no todo el mundo reconoce su punto fuerte ni es capaz de exprimirlo al máximo.

El concepto de talento ha cobrado especial importancia en el mundo de las empresas durante los últimos años. En este contexto las personas talentosas son aquellas capaces de realizar su trabajo de la manera más rápida y eficiente. Así, los empleados con talento son capaces de resolver los conflictos que se les presentan de una manera ágil y sencilla, lo que les hace destacar sobre el resto.

En las organizaciones empresariales siempre se busca detectar y potenciar el talento de los trabajadores mediante todo tipo de estrategias: formación continua, evaluaciones, coaching, etc. Generalmente, cuando una empresa desea retener el talento para lograr sus objetivos opta por medidas tales como:

  • Fomentar un ambiente laboral atractivo para los trabajadores.
  • Romper con la monotonía y apostar por el dinamismo.
  • Reforzar y recompensar el trabajo bien hecho con diversos incentivos.
  • Introducir medidas que contribuyan a la calidad de vida de los trabajadores, especialmente aquellas que contribuyan a mejorar la conciliación.

¿Cómo se clasifican los talentos?

Aunque hablemos de talento en términos generales, lo cierto es que existen diversos tipos. Realizar una lista con todos los talentos existentes sería inviable debido a lo numerosos que son, aunque la mayoría se pueden clasificar en tres tipos principales.

En el mundo empresarial resulta esencial disponer una plantilla de empleados en la que haya talentos diversos, ya que de esta manera la organización contará con más recursos para lidiar con los diferentes escenarios que se presenten. En otras palabras, contar con un talento variado es sinónimo de poseer una importante ventaja competitiva. A continuación, vamos a ver qué tipos de talentos existen.

1. Talentos evidentes

Los talentos evidentes son aquellos que los trabajadores de una empresa ya han desarrollado y que la empresa conoce bien. Existen infinidad de talentos diferentes, que pueden ir desde la empatía hasta el dominio de un idioma, la capacidad analítica o la creatividad.

Las organizaciones tratan de conocer al detalle los talentos evidentes de cada miembro de su plantilla, pues esta información es de gran valor para diseñar estrategias, construir equipos de trabajo eficaces y, en definitiva, sacar el máximo partido a los recursos humanos de los que se dispone.

Los procesos de selección y contratación constituyen el primer momento en el que una empresa obtiene información acerca de las habilidades y puntos fuertes de sus trabajadores, por lo que en este punto es común que se recurra a medios como cuestionarios o entrevistas para identificar minuciosamente ese “algo” que un potencial empleado puede brindar a la organización.

2. Talentos potenciales

El talento potencial hace referencia a esas habilidades incipientes que pueden llegar a desarrollarse en los empleados con el empuje adecuado. Además de conocer e identificar los talentos evidentes, toda empresa debe destinar esfuerzos a entrenar nuevas cualidades en su plantilla.

Realizar esta tarea es una interesante estrategia para que una organización pueda progresar y renovarse sin tener por ello que cambiar de equipo. Para potenciar nuevos talentos en los trabajadores que ya llevan tiempo en la empresa, es esencial partir de una evaluación exhaustiva que permita identificar el margen de mejora y crecimiento de cada trabajador. Se trata de encontrar nuevos puntos fuertes que, con las acciones adecuadas, pueden convertirse en talentos hasta entonces no explotados.

Es importante tener presente que este proceso debe ser siempre personalizado. No todos poseemos un mismo perfil, sino que, tal y como dicta la teoría de las Inteligencias Múltiples, todos tenemos nuestros propios puntos fuertes. Por ello, la empresa debe estudiar a cada empleado para elaborar un perfil individual en el que se reflejen esas cualidades que interesa fomentar.

3. Talentos ocultos

El talento oculto refiere a aquellas habilidades o puntos fuertes que son más difíciles de detectar en los trabajadores. En algunos casos, la empresa y el propio trabajador pueden ignorar la existencia de ciertas destrezas que no están siendo aprovechadas. Los departamentos de recursos humanos de las organizaciones son los que deben utilizar distintos medios y estrategias para conocer a fondo a la plantilla sin quedarse en lo meramente visible o superficial.

Los talentos suelen permanecer ocultos en aquellas empresas que tienden a funcionar de manera estática, sin cabida para acciones dinámicas. En ellas, los empleados se encuentran encasillados en un puesto donde siempre siguen un patrón de actividad monótono. Por ello, es poco probable que salgan a luz potencialidades inesperadas, ya que no se da el escenario propicio para que así sea.

Aunque en el ámbito de la empresa se suele hablar de talentos evidentes, potenciales u ocultos, esta no es ni mucho menos la única clasificación existente de los talentos. Así, es posible clasificarlos según un criterio más alejado del mundo laboral:

1. Talento natural

Este tipo de talento hace referencia a las habilidades y capacidades que se poseen de forma innata, sin necesidad de haber depositado trabajo y esfuerzo para desarrollarlas.

2. Talento potencia

Este tipo de talento es aquel que sí ha requerido un esfuerzo voluntario y consciente para ser perfeccionado. Muchas personas disponen de talentos naturales, pero solo unas pocas llegan a esforzarse para exprimirlos al máximo y extraer todo su talento potencial. Este punto es la diferencia que muchas veces determina el éxito de un individuo.

Por ejemplo, hay muchos que cuentan con una destreza natural para el deporte, pero de todos ellos sólo unos pocos llegarán a ser deportistas de élite, pues esto requiere un entrenamiento de gran dureza que perfeccione las cualidades que se poseen de nacimiento.

3. Talento de alto rendimiento

Este tipo de talento es el más curioso y el menos habitual en la población. Se trata de una destreza que se hace evidente desde edades tempranas con una perfección fuera de lo común. Este tipo de talento es el que se suele observar en los genios y virtuosos de determinadas disciplinas.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca del talento y los tipos de talento que existen. El talento se puede definir de manera muy general como la habilidad innata para destacar en uno o varios ámbitos. Este concepto guarda estrecha relación con la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner, que afirma que no existe una única inteligencia, sino varias.

De esta manera, todos tenemos un potencial talento en un área o actividad determinada. No obstante, no es lo mismo el talento potencial que aquel que ya se ha hecho evidente. En muchas ocasiones, no es suficiente con poseer una destreza innata, sino que además es preciso destinar esfuerzos para perfeccionarla y convertirnos en alguien talentoso en el desempeño de esa tarea.

El talento cobra especial relevancia en el ámbito empresarial, ya que una plantilla talentosa constituye una de las mejores estrategias competitivas de una organización. Es por ello que los departamentos de recursos humanos tratan de conocer no sólo los talentos evidentes de sus empleados, sino también aquellos potenciales o incluso ocultos.

Fuente AZS Salud