Laura Oliva y Dennis Smith, la dupla detrás de «Eye y yo», obra basada en el testimonio vital de una sobreviviente del Holocausto presentada en 2018, estrenará este sábado en el Centro Cultural San Martín y enmarcada en el Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA), «Chicos de Varsovia», una versión teatral del libro de la periodista Ana Wajszczuk sobre sus antepasados en el trágico Levantamiento de 1944.
«Una amiga una vez me dijo ‘no entiendo por qué te gusta sufrir tanto’ -dice Laura Oliva con una sonrisa- pero no es que a mí me guste sufrir: por primera vez siento que tengo una responsabilidad arriba del escenario».
A su coequiper, el dramaturgo, cantante y compositor Dennis Smith, le sucede algo parecido: «Uno no nació en cualquier lado, uno es la última hojita de un árbol que tiene miles de años de raíces, de historias, y por eso siento esta obra como un servicio también: esto se tiene que seguir contando», sostiene.
Primero, en 2018 estrenaron «Eye y yo», la obra basada en la historia de la abuela de la actriz Julieta Cayetina, sobreviviente de siete campos de exterminio nazi que fue capaz de convertir el horror en pulsión de vida. Dennis estuvo a cargo de la dramaturgia y Laura encarnó a Eye (lo que le valió el Premio Trinidad Guevara a Mejor Actriz, entre otros) .
«Tenía una responsabilidad enorme -recuerda Oliva- y ese trabajo significó un antes y un después en mi carrera, en mi actriz fue una bisagra muy grande y para nosotros como dupla creativa también; por eso era todo un tema qué le seguía a esa obra hasta que apareció este libro, esta maravilla, que fue la continuación natural».
Fue un día, a la salida de una función de «Eye y yo», cuando la periodista y editora Ana Wajszczuk, conocida de Dennis, les regaló unos ejemplares de «Chicos de Varsovia» (Sudamericana, 2017) un libro donde aborda el casi desconocido Levantamiento de 1944 frente a la ocupación nazi donde murieron, entre otros 30 mil insurgentes clandestinos de entre 15 y 25 años, tres jóvenes antepasados.
Si bien la idea de llevarla al teatro comenzó a gestarse en 2019, pandemia mediante, finalmente este sábado Oliva se pondrá en la piel de Ana Wajszczuk, una periodista argentina que viajará hasta Polonia con su madre para buscar los rastros de su historia familiar.
«Esta obra está hecha a partir del vacío, de la ausencia de información, porque de esta historia no quedó nada.Laura Oliva
El elenco de la obra que se presentará los sábados a las 20 y los domingos a las 19 en el Cultural San Martín (Sarmiento 1551) lo completan Cristina Dramisino, Aymará Abramovich, Maia Muravchik, Catalina Fusari, Valeria Rey, Georgina Mazzotta, Franco Acevedo, Julián Chertkoff, con música en vivo de autoría de Smith ejecutada por Fernando Lozada.
Télam: ¿Qué les atrajo del libro de Ana que les resultó la continuación natural de «Eye y yo»?
Dennis Smith: El tema del falso documental me vuelve loco y el libro tenía algo así. En «Eye» estaba la figura de un director que se preguntaba cómo montar un espectáculo sobre esta chica y la relación de ternura con su abuela cruzada por el Holocausto. Acá, a priori, como forma de resolución escénica es un documental sobre una persona que tiene que echar algo de luz sobre este tema que es un gran signo de pregunta.
Laura Oliva: A mí este material me lleva a preguntarme qué nos pasa. Hay algo de la crueldad del hombre con el hombre que me deja sin respuestas, me angustia y me interpela. Me sigo preguntando de qué estamos hechos para hacer una guerra, para hacer algo como el Holocausto, es un tema que me convoca y, como decía Borges sobre la escritura, los temas aparecen porque nos son dados, y hay algo que nos fascina desde el lugar de la pregunta, de tratar de entender.
DS: Yo lo que me pregunto es cómo se sobrevive a semejante cosa.
LO: Yo, en cambio, me pregunto cómo se le puede hacer una cosa así a otra persona. Por eso nos complementamos bien, son dos miradas. Eye formó una familia y me preguntaba después de haber vivido todo eso qué ganas podías tener de casarte, de tener hijos, de conectar con la vida. Y acá contamos la historia de tres criaturas masacradas como tantas otras.
T: A priori, una de las grandes diferencias entre las dos obras es que en «Eye y yo» estaba guiada por un testimonio en primera persona y acá eso es lo que falta…
DS: Es que para mí el gran arco de la obra y del personaje es el descubrimiento de la identidad. Tenemos una excusa: murió su abuelo, su madre nunca le preguntó nada sobre su historia y Ana quiere saber sobre el levantamiento y también por qué se llama como se llama.
Laura Oliva: En «Eye y yo» era una persona contando algo. Julieta siempre decía que no había hablado con su abuela sobre ese tema pero tomó el material fílmico realizado por la compañía de Steven Spielberg a la propia Eye donde contaba con pelos y señales: si necesitabas data, la tenías ahí. Esta obra está hecha a partir del vacío, de la ausencia de información, porque de esta historia no quedó nada.
T: ¿Cómo fue el trabajo de adaptación del libro de un tema tan complejo?
DS: Fue un parto (se ríe). Hubo varias instancias. Ana primero me hizo una selección de 60 páginas, después de 50, después de 40 y ahí, a principios de 2020, escribí un borrador que seguí reescribiendo en 2021, mientras me dedicaba a hacer la música con Fer Lozada. Y también le pedí a Ana cierta autorización para algunas licencias poéticas para lo escénico.
T:¿Cómo fue la decisión de abordar el Levantamiento como un acto festivo?
DS: Hay un testimonio de una periodista polaca que este tema está muy idealizado por la juventud, visto de una manera muy pop y me quedó resonando. Y dije si hoy tuviéramos que hacer esto, ¿cómo sería? serían chicos bailando sin darse cuenta en qué se meten, sin pensar muy críticamente…
LO: En la carta de una amiga de la familia dice literalmente: «Estábamos esperando que la guerra viniera porque era una experiencia que finalmente íbamos a vivir y la esperábamos ansiosas», había como una fantasía adolescente de lo que iba a ser ese momento.
T: ¿Qué expectativas tienen del estreno?
LO: Si bien deseo que la vengan a ver por la obra, no es por mí. En este tipo de cosas, cierro la cuarta pared, no me preocupa, estoy muy al servicio de la obra, si son dos personas o 500 me da lo mismo, parece una perogrullada pero de verdad lo es. Una vez que arranca hay algo que se me cierra con este tipo de materiales, la expectativa es por la obra. Me importa que esté donde tenga que estar para ser entendida y recepcionada.