Entrevista

Maggie Civantos: «Es mejor no soñar con ser chica Almodóvar ni chica Netflix»


“La velocidad de nuestra sociedad no es sana ni natural”, asegura Maggie Civantos (Málaga, 37 años) mientras, paradójicamente, se prepara con frenesí para coger un vuelo. En Express, primera serie original española de la plataforma Starzplay (que se estrenó el pasado 16 de enero), la actriz da vida a una psicóloga criminal que, tras ser víctima de un secuestro, trabaja como negociadora en casos similares. Una ficción vertiginosa que reflexiona sobre cómo la inmediatez controla nuestro día a día y de la que la malagueña, que fue estrella global de la noche a la mañana por Vis a Vis, sabe un rato. “Mi vida es frenética”, admite, “tengo que bajar las marchas”.

¿El éxito profesional secuestra o rescata?
A mí me secuestró y me rescató a la vez. No me dio tiempo a saborear la maravillosa explosión de Vis a Vis. Lo de secuestrar suena mal, pero si pudiera volver atrás me lo tomaría con más calma. Eran muchas emociones nuevas y nadie te enseña a gestionarlas.

Al ser un personaje público, ¿una teme más por su seguridad?
No me ha pasado, pero es cierto que el miedo es muy poderoso. Tenemos que tener cuidado para que no nos atrape y manipule como sociedad. El mundo lo gobiernan dos energías, el amor y el miedo, y hay que decidir en qué bando quieres estar.

El streaming ha sido importante en su carrera. ¿Entendería que las actrices sueñen ahora con ser chica Netflix en lugar de chica Almodóvar?
Lo podría entender, pero es mejor no soñar con ser chica de nada. Esperar un éxito es un error. Prefiero disfrutar del camino, aunque no sea siempre gratificante. Cuando sientes pasión por lo que haces aceptas todo lo que venga. Lo bueno y lo malo.

De la joven que se pasó una década luchando por un papel a su éxito actual, ¿qué ha cambiado?
La clave fue la perseverancia. Nunca pensé que tenía mala suerte cuando me decían que no, así que no pienso que ahora tenga buena suerte cuando me dicen que sí. Lo he pasado mal, pero no tiré la toalla porque es mi pasión. No tenía nada que hacer con mi vida si no salía bien. Lo siguiente era tomarme un año sabático y viajar.

¿Cuál fue el casting en el que más le dolió no ser la elegida?
El de La voz dormida, de Benito Zambrano. Nos quedamos como finalistas María León y yo, y tras realizar muchas pruebas se lo dieron a ella. Me alegré porque es una tía estupenda, pero me quedé sin un personaje que sabía que era de Goya. Tenía 24 años, acababa de llegar a Madrid y fue un verdadero palo.

¿Acabó haciendo ese viaje pendiente?
Sí, y escribí una película muy bonita sobre ello. Es una road trip por el sur de México con dos personajes femeninos. Necesito que se unan fuerzas y buscar financiación para producirla.

Por Carlos Mecía

Fuente SModa El País