Salud

Afirman que un mayor consumo de aceite de oliva está asociado a menor riesgo de mortalidad

Una investigación llevada a cabo en más de 90.000 personas durante 28 años demostró que el consumo de más de siete gramos de aceite de oliva al día se relaciona con un menor riesgo de muertes por enfermedades cardiovasculares, cáncer y patologías neurodegenerativas y respiratorias, se informó este viernes.

Desde hace años, la ciencia investiga cómo el consumo de aceite de oliva puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, pero su relación con la mortalidad total y por causas específicas no estaba clara aún, explicaron desde la página del Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).

Un nuevo estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology reveló que el consumo de más de siete gramos (algo más de media cucharada sopera) de aceite de oliva por día se asocia a un menor riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, como por cáncer y patologías neurodegenerativas y respiratorias.

“Este es el primer estudio prospectivo en tres cohortes americanas que demuestra que los participantes que consumen más aceite de oliva tienen menos riesgo de mortalidad por todas las causas y por motivos específicos”, explicó a SINC Marta Guasch-Ferré, del departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, y autora principal del estudio.

“Hemos encontrado que en análisis hipotéticos de sustitución, consumir aceite de oliva en lugar de margarina, mantequilla, mayonesa u otras grasas animales se asocia a menos riesgo de mortalidad, especialmente mortalidad cardiovascular”, añadió.

El equipo analizó a 60.582 mujeres y 31.801 hombres que no padecían patologías cardiovasculares ni cáncer en la fecha de inicio del estudio (1990), y durante 28 años de seguimiento, se evaluó su dieta cada cuatro años.

Así, el grupo científico descubrió que el consumo de aceite de oliva aumentó de 1,6 gramos/día en 1990 a unos 4 gramos/día en 2010, mientras que el consumo de margarina disminuyó de unos 12 gramos/día en 1990 a unos 4 gramos/día en 2010. El consumo de otras grasas se mantuvo estable.

“Nuestros resultados respaldan las recomendaciones de aumentar la ingesta de aceite de oliva y otros aceites vegetales insaturados”, dijo Guasch-Ferré.

En un editorial adjunto, Susanna C. Larsson, profesora asociada de epidemiología del Instituto Karolinska de Estocolmo, afirmó que “este estudio y otros anteriores descubrieron que el consumo de aceite de oliva puede tener beneficios para la salud”. Sin embargo, para la investigadora aún quedan varios interrogantes.

¿Son las asociaciones causales o espurias? ¿El consumo de aceite de oliva protege solo de ciertas enfermedades cardiovasculares o también de otras patologías y causas de muerte? ¿Cuál es la cantidad necesaria para obtener un efecto protector? “Se necesitan más investigaciones para responder a estas preguntas”, destacó Larsson.